lunes, 2 de noviembre de 2015

LITERATURA ANTIGUA





                                                              LITERATURA    II
                         Costumbres de la China Antigua. Educación de las mujeres

Mujeres_Chinas



Respecto a las mujeres chinas el artículo publicado en la revista El Mundo Pintoresco el 26 de septiembre de 1858 y firmado por el escritor y periodista Javier del Palacio en el que bajo el título <Costumbres Chinas. Educación de las mugeres>, nos ilustra y pone en antecedentes respecto a la situación de la mujer en China, al final reproduce unas frases o máximas de un filósofo chino en las que puede comprobarse, tal y como autor indica, que en definitiva, el concepto y el papel que los chinos tenían reservado a las mujeres no presentaba demasiadas diferencias con respecto al papel y a la condición de la mujer en otras sociedades de la época, incluidas las occidentales.
Reproducimos el artículo con su ortografía original y lo ilustramos con imágenes lo más adecuadas posible al desarrollo del tema.


Costumbre Chinas. Educación de las mujeres. 

El nacimiento de una niña es siempre un acontecimiento infausto: desde que viene al mundo se la coloca en el suelo en algunos harapos de vestidos, y durante tres días completos se la tributan lo cuidado necesarios para impedir su muerte. Llegado el tercer día, el padre toma a su hija en brazos, y la lleva á la sala destinada al culto de los antepasados para ofrecersela a sus abuelos. algunos amigos le acompañan en esta ceremonia; unos llevan ladrillos, otros tejas, y durante la presentación de la niña a sus abuelo, tienen constantemente estos objetos a la altura del rostro de la recién nacida, todo es espresivo en semejantes usos, todo una continuada lección para el sexo femenino
Mujerchina_delincuente
La alegría que se sigue al nacimiento de un niño, y la tristeza que nadie se cura en disimular cuando viene al mundo una niña, indica bastante a las claras cuál es el lugar de la mujer en la sociedad.
Los harapos en que se coloca al nacer, la especie de abandono despreciativo en que las dejan durante tres día, indican a las mujeres que  el desden seria su patrimonio, si un alma virtuosa y una conducta irreprensible no inspirase el cariño de todos.
PlatoporcelanaChina_recolectadelLotoanteemperadorYang_Kangxi
Según el libro de los ritos á los siete años se procede a la separación de los niños de con las niñas, y no se les permite sentarse en la misma estera ni comer en la misma mesa. Desde aquel momento, la vida de las mujeres pasa casi olvidada en el fondo del gyneceo, vigilada por el ojo escrutador de una madre. Si salen, lo hacen en el  palanquín, cubierto el rostro de espesos velos: hasta su casamiento, no deben mirar a un hombre, ni exponerse a ser vistas por él. En cuanto á su educación, queda por competo confiada a los cuidados de la madre de familia.Matrimonio_Chino
La virtud de la mujer no consiste, según los chinos, en una inteligencia extremadamente desarrollada, ó en un saber laboriosamente adquirido. Una modestia llena de gravedad, una castidad inviolable, y un decoro perfecto, bastan para ser virtuosa una mujer. Su instrucción debe ser sólida, dicen los moralistas, entendiendo por esto que la mujer debe conocer a fondo todos los principios de la economía doméstica y el arte delicado de educar a sus hijos.
Mujerchina_horneando
El hombre, dicen, pude estudiar toda su vida, hacerse familiares todas las obras científicas o literarias, y llegar a ser una verdadera notabilidad; pero una mujer, ni puede ser ni debe imitar este ejemplo; los estudios literarios solo podrán ocuparla solo podrán ocuparla en sus ratos de ócio. Una mujer debe plegar su voluntad a todos los caprichos de su marido y los parientes de este: debe amar a sus cuñados y cuñadas, y nunca contradecir su opinión ni sus creencias: no debe estar celosa de las otras mujeres de su marido, y si tiene hijos los educará para que sean hombres útiles y honrados sobre todo, y mujeres dulces y virtuosas si son niñas. Con sus inferiores debe siempre ser amable y buena; si por una vida labororiosa ha llegado a ser fuerte en letras, evitará todas las ocasiones de demostrarlo, porque nada es tan detestable en una mujer como la pedantería ó la vanidad. Los chinos quieren mejor ver a sus mujeres emplear el tiempo en los quehaceres de su sexo, como por ejemplo devanar la seda, que oírlas en discusiones filosóficas ó literarias.
Mujereschinas_telar
Para terminar este artículo, citaremos algunas máximas sacadas de un libro chino publicado en las memorias de los misioneros:
“El trabajo es el guardian de la inocencia de las mujeres; no las dejeís el tiempo de vivir ociosas, y que sean siempre las primeras en el trabajo y las ultimas para el reposo.
“Una joven debe estar tan cerca de su madre como su sombra: la coquetería y las lecturas frívolas son muy peligrosas para la juventud”
“La modestia, el silencio, la amabilidad y la timidez, son los verdaderos adornos de la hermosura. La docilidad de una joven, su paciencia, su amor al trabajo, su respeto para con sus padres y su cariño para con sus hermanos, decide de su reputación”
“¡Qué de combates se suceden contra el amor propio de una joven, cuando se trata de obedecer á una suegra ú obedecer á un hermano! ¡Pero qué dulce y lisongero es verse amado por todos!
“Nada es vil en el interior de una casa para una mujer de talento; la aguja ocupa un  gran tiempo; la limpieza de su casa ocupa sus cuidados, y es  muy dulce servir a su marido y preparar sus comidas”

miércoles, 17 de junio de 2015

LOS ISMOS




                   

El Vanguardismo y Sus Ismos



Dentro de la corriente vanguardista los ismos surgieron contra una corriente envejecida y propusieron innovaciones radicales de contenido, lenguaje y actitud vital. Entre ellos se encuentran:


Expresionismo:

Nació en Alemania en contra del naturalismo y fue encabezado por Georg Tialk en 1920. Entre sus principios se señalan: la reconstrucción de la realidad, la relación de la expresión literaria con las artes plásticas y la música y la expresión de la angustia del mundo y de la vida a través de novelas y dramas donde se habla de las limitantes sociales impuestas a la libertad del hombre.

Cubismo:

Nació en Francia y fue encabezado por Guilaume de Apollinari. Sus principales rasgos consisten en: la asociación de elementos imposibles de concretar, desdoblamiento del autor, disposición gráfica de las palabras, sustitución de lo sentimental con el humor y la alegría y el retrato de la realidad a través de varios enfoques.

Futurismo:

Surge en Milán, Italia por parte de Filipo Tommaso Marinetti. Este movimiento rompía con la sintaxis, el ritmo y los signos convencionales de la puntuación. Consideraba como elementos principales de la poesía, el valor, la audacia y la revolución, ya que se pregonaba el movimiento agresivo, el insomnio febril, el paso gimnástico, el salto peligroso y la bofetada. Tenía como postulados: la exaltación de lo sensual, lo nacional y guerrero, la adoración de la maquínale retrato de la realidad en movimiento, lo objetivo de lo literario y la disposición especial de lo escrito, con el fin de darle una expresión plástica.

Dadaísmo:

Apareció en Zurich, Suiza entre 1916 y 1922 con Tristán Izarra como su fundador. Fue una oposición al pasado violento de la guerra mundial. El poema dadaísta suele ser una sucesión de palabras y sonidos, lo que hace difícil encontrarle lógica. Se distingue por: la inclinación hacia lo dudoso, terrorismo, muerte y nihilismo, lo fantasioso, busca renovar la expresión mediante el empleo de materiales inusuales o manejando planos de pensamientos antes no mezclables y tiene una tónica general de rebeldía o destrucción.

Ultraísmo:

Apareció en España entre 1919 y 1922 en reacción al modernismo. Fue uno de los movimientos que más se proyecto en Hispanoamérica contribuyendo al uso del verso libre, la prescripción de la anécdota y el desarrollo de la metáfora, que se convierte en el principal centro expresivo. Influenciado por poetas como Vicente Huidobro y Guillaume Apollinari.

Creacionismo:

Surgió en 1917 y fue patrocinado por el poeta chileno Vicente Huidobro, quien concibe al poeta como un pequeño Dios para crear con la palabra. Según él, el poeta no deber de ser un hombre.

Surrealismo:

Surgió en Francia con André Bretón, quien siguiendo a Freud se interesó por descubrir los mecanismos del inconsciente y sobrepasar lo real por medio de lo imaginario y lo irracional. Se caracteriza por: pretender crear un hombre nuevo, recurrir a la crueldad y el humor negro con el fin de destruir todo matiz sentimentaloide y a pesar de ser constructivo, los aspectos de la conducta moral humana y las manifestaciones no son de su interés.

Estridentismo:

Surgió en México y nace de la mezcla de varios ismos, como aportación nacidos a la vanguardia europea. Se dio entre 1922 y 1927 y se caracterizó por la modernidad el cosmopolismo y lo urbano, así como por el inconformismo, el humor negro, el esnobismo, lo irreverente y el rechazo a todo el pasado. Su representante fue Manuel Maples Arce.

Impresionismo:

Reacciona contra los excesos del realismo, concentrando su interés en el proceso mental desarrollado en el interior de un personaje cuando se enfrenta a alguna situación. Se caracteriza por: trasladar a la obra la verdadera existencia radicada en los procesos mentales, la intuición y la desvinculación de un personaje, así como el manejo de personajes cuya es denominada por las asociaciones psicológicas.

Cosmopolitismo:

Surge en 1940 con la finalidad de mostrar la problemática urbana, varía ya que el paisaje cambia según la geografía y economía de cada ciudad. Es filosófico, moral y psicológico pues trabaja con la incertidumbre y tensión de los habitantes de las grandes metrópolis. Su máximo representante fue Borges.

Neorrealismo:

Se relaciona con el existencialismo, exagera el problema de la angustia, ya que transforma el escritor de males irreversibles pareciendo no tener solución.

Suprerealismo:

Movimiento que se apoyó en los trabajos de Freud. Consiste en la captación de la coincidencia-realidad surgida en un personaje, cuando vive un hecho que le provoca recuerdos recónditos. Su representante es Miguel Ángel Asturias.

Existencialismo:

Corriente filosófica según la cual lo principal de la realidad es la existencia humana.

Experimentalismo:

Se apoyó en el método científico para explicar el comportamiento de los personajes dentro de un relato.

  • Conferencia: Los ismos en el cómic
    • Ismos y su influencia en la moda
  • ... en alemania los elementos más característicos de las obras de arte

                                                  LOS ISMOS

El término ismos hace referencia a las diversas tendencias o escuelas artísticas que surgieron a partir de la primera década de 1900. A continuación encontrarás una breve descripción de algunas de ellas, que deberás ampliar en la práctica 3.

Expresionismo: nació en Alemania y pretendía reconstruir la realidad, expresar la angustia de la vida por las limitacione sociales impuestas al hombre y relacionar la literatura con la plástica y la música.

Cubismo: movimiento artístico francés. Construyó una disposición gráfica de las palabras: caligramas, sutituyó lo sentimental por el humor, asoció elementos imposibles de reunir y trabajó el desdoblamiento del autor.

Futurismo: surgió en Milán con Filippo Tomaso Marinetti y rompió con todos los signos convencionales de puntuación, sintaxis y ritmo. En su lugar había que escribir signos matemáticos, musicales o imitación de sonidos. Exaltaba la belleza de las máquinas e industria.

Dadaísmo: fundado en Zurich por Tristán Tzara para oponerse al pasado violento de la guerra, sus poemas eran una sucesión de palabras y sonidos sin aparente lógica. Tiene, en general, un todo de rebeldía y destrucción.

Ultraísmo: movimiento español que reaccionó en contra del Modernismo. Propició el uso del verso libre y el desarrollo de la metáfora.

Creacionismo: Vicente Huidobro fue su principal exponente. Afirmó que el poeta era como un pequeño Dios.

Surrealismo: Surgió en Francia con André Bretón quien estudió el inconsciente del que había hablado Freud y lo plasmó en la escritura automática, que consistía precisamente en poner en el papel las ideas tal como se fueran presentando sin ninguna corrección; pretendió también crear un hombre nuevo y destruir todo rasgo sentimental.

Existencialismo: Si bien fue un "ismo" surgió al terminar la Segunda Guerra Mundial y su interés se centraba en la existencia humana: su razón de ser, el tiempo, la libertad del hombre.
Existieron muchos más "ismos", sin embargo no los abordaremos todos desde aquí.




                             

                    EL CLIS DE SOL

          El clis de sol

Manuel González Magón, Costa Rica 1866-1936

¿1896?

No es cuento, es una historia que sale de mi pluma como ha ido brotando de los labios de ñor Cornelio Cacheda, que es un buen amigo de tantos como tengo por esos campos de Dios. Me la refirió hará cinco meses, y tanto me sorprendió la maravilla el no comunicarla para que los sabios y los observadores estudien el caso con el detenimiento que se merece.
Podría tal vez entrar en un análisis serio del asunto, pero me reservo para cuando haya oído las opiniones de mis lectores. Va, pues, monda y lironda, la consabida maravilla.
Nor Cornelio vino a verme y trajo consigo un par de niñas de dos años y medio de edad, como nacidas de una sola “camada” como él dice, llamadas María de los Dolores y María del Pilar, ambas rubias como una espiga, blancas y rosadas como durazno maduro y lindas como si fueran “imágenes”, según la expresión de ñor Cornelio. Contrastaban la belleza infantil de las gemelas con la sincera incorrección de los rasgos fisionómicos de ñor Cornelio, feo si los hay, moreno subido y tosco hasta lo sucio de las uñas y lo rajado de los talones. Naturalmente se me ocurrió en el acto preguntarle por el progenitor feliz de aquel par de boquirrubias. El viejo se chilló de orgullo, retorció la jetaza de pejibaye rayado, se limpió las babas con el revés de la peluda mano y contestó:
-¡Pos yo soy el tata, más que sea feo el decilo! No se parecen a yo, pero es que la mama no es tan pior, y pal gran poder de mi Dios no hay nada imposible.
-Pero dígame, ñor Cornelio, ¿su mujer es rubia, o alguno de los abuelos era así como las chiquitas?
-No, señor; en toda la familia no ha habido ninguno gato ni canelo; todos hemos sido acholaos.
-Y entonces, ¿cómo se explica usted que las niñas hayan nacido con ese pelo y esos colores?
El viejo soltó una estrepitosa carcajada, se enjarró y me lanzó una mirada de soberano desdén.
-¿De qué se ríe, ñor Cornelio?
-¿Pos no había de rirme, don Magón, cuando veo que un probe inorante como yo, un campiruso pion, sabe más que un hombre como usté que todos dicen qu’es tan sabido, tan leído y que hasta hace leyes onde el Presidente con los menistros?
-A ver, explíqueme eso.
-Hora verá lo que jue.
Nor Cornelio sacó de las alforjas un buen pedazo de sobado, dio un trozo a cada chiquilla, arrimó un taburete, en el que se dejó caer satisfecho de su próximo triunfo, se sonó estrepitosamente las narices, tapando cada una de las ventanas con el índice respectivo, restregó con la planta de la pataza derecha limpiando el piso, se enjugó con el revés de la chaqueta y principió su explicación en estos términos:
-Usté sabe que hora en marzo hizo tres años que hubo un clis de sol en que se oscureció el sol en todo el medio; bueno, pues, como unos veinte días antes Lina, mi mujer, salió habelitada de esas chiquillas. Dende ese entonces le cogió un desasosiego tan grande que aquello era cajeta: no había cómo atajala, se salía de la casa de día y de noche, siempre ispiando pal cielo; se iba al solar, a la quebrada, al charralillo del cerco, y siempre con aquel capricho y aquel mal que no había descanso ni más remedio que dejala a gusto. Ella había sido siempre muy antojada en todos los partos. Vea, cuando nació el mayor jue lo mesmo; con que una noche me dispertó tarde de la noche y m’hizo ir a buscarle cojoyos de cirgüelo macho. Pior era que juera a nacer la criatura con la boca abierta. Le truje los cojoyos; endespués otros antojos, pero nunca la llegué a ver tan desasosegada como con estas chiquitas. Pos hora verá, como l’iba diciendo, le cogió por ver pal cielo día y noche, y el día del clis de sol, qu’estaba yo en la montaña apiando un palo pa un eleje, es qu’estuvo ispiando el sol en el breñalillo del cerco dende buena mañana.
Pa no cansalo con el cuento, así siguió hasta que nacieron las muchachitas estas. No le niego que a yo se m’hizo cuesta arriba el velas tan canelas y tan gatas, pero dende entonces parece que hubieran traído la bendición de Dios. La mestra me las quiere y les cuece la ropa, el Político les da sus cincos, el Cura me las pide pa paralas con naguas de puros linoses y antejuelas en el altar pal Corpus y, pa los días de la Semana Santa, las sacan en la procesión arrimadas al Nazareno y al Santo Sepulcro; pa la Nochebuena las mudan con muy bonitos vestidos y las ponen en el portal junto a las Tres Divinas. Y todos los costos son de bolsa de los mantenedores, y siempre les dan su medio escudo, gu bien su papel de a peso gu otra buena regalía. ¡Bendito sea mi Dios que las jue a sacar pa su servicio de un tata tan feo como yo…! Lina hasta que está culeca con sus chiquillas, y dionde que aguanta que no se las alabancén. Ya ha tenido sus buenos pleitos con curtidas del vecindario por las malvadas gatas.
Interrumpí a ñor Cornelio temeroso de que el panegírico no tuviera fin, y lo hice volver al carril abandonado.
-Bien, ¿pero idiái?
-¿Idiái qué? ¿Pos no ve que jue por haber ispiao la mama el clis de sol por lo que son canelas? ¿Usté no sabía eso?
-No lo sabía, y me sorprende que usted lo hubiera adivinado sin tener ninguna instrucción.
-Pa qué engañalo, don Magón. Yo no juí el que adevinó el busiles. ¿Usté conoce a un mestro italiano que hizo la torre de la iglesia de la villa: un hombre gato, pelo colorao, muy blanco y muy macizo que come en casa dende hace cuatro años?
-No, ñor Cornelio.
-Pos él jue el que m’explicó la cosa del clis de sol.

REALISMO Y NATURALISMO




     

El Realismo y el Naturalismo


Teoría:
La segunda mitad del siglo XIX
Es importante conocer la situación histórica y cultural de España en la segunda mitad del siglo XIX.
Situación de España.
Situación históricaSituación socio-cultural
- La burguesía, formada por grandes empresarios y terratenientes, es la clase dominante del país. Se instalan en el poder y se vuelven conservadores y moderados.- Los progresistas, integrados por pequeños empresarios, artesanos y militares de baja graduación, se enfrentan al conservadurismo y a los privilegios de los ricos.
- El proletariado, clase a la que pertenecen los obreros y campesinos, intenta defender sus intereses; socialismo y anarquismo se enfrentan al sistema político dominante. La caída de Isabel II en 1868 abre el camino hacia un gobierno republicano.
- El positivismo, corriente filosófica que surge tras los avances técnicos y científicos, propone la observación rigurosa y la experimentación como únicos métodos para llegar al conocimiento de la realidad. Se desechan las corrientes románticas en las que predominaba el sentimiento y la imaginación. Surge el realismo literario que pretende reflejar la realidad tal y como es.- El evolucionismo es un nuevo método experimental sobre las leyes de la herencia y la evolución de las especies. Este método pretende explicar el comportamiento del hombre. Los escritores naturalistas reflejan estas corrientes en sus obras.
Situación literaria
Los cambios sociales y las nuevas corrientes ideológicas que surgen en esta segunda mitad del siglo
XIX influyen en la producción literaria. La fantasía y la subjetividad del Romanticismo, así como la expresión libre de sus sentimientos más íntimos son sustituidos por todo aquello que rodea al hombre. El Realismo y el Naturalismo sustituyen al Romanticismo.

El Realismo
Este movimiento literario aparece en la segunda mitad del siglo XIX, como consecuencia de las circunstancias sociales de la época: la consolidación de la burguesía como clase dominante, la industrialización, el crecimiento urbano y la aparición del proletariado.
Las características básicas del Realismo literario son:
  • Eliminación de todo aspecto subjetivo, hechos fantásticos o sentimientos que se alejen de lo real.
  • Análisis riguroso de la realidad. El escritor nos ofrece un retrato riguroso de lo que observa.
  • Los problemas de la existencia humana, componen el tema fundamental de la novela realista; ésa es la consecuencia del sumo interés por la descripción del carácter, temperamento y conducta de los personajes.
  • Surge un tipo de novela en la que se analizan minuciosamente las motivaciones de los personajes y las costumbres.
  • El novelista denuncia los defectos y males que afectan a la sociedad y ofrece al lector soluciones para detenerlos. Cada autor, según sus ideas, muestra lo que para él es un mal de la sociedad.

El Naturalismo
El Naturalismo surge como una derivación del Realismo, que tenía como objetivo explicar los comportamientos del ser humano. El novelista del Naturalismo pretende interpretar la vida mediante la descripción del entorno social y descubrir las leyes que rigen la conducta humana.
Los escritores naturalistas representan a sus personajes en situaciones extremas de pobreza y marginación, y les gustaba describir los ambientes más bajos y sórdidos con el fin de poner al descubierto las lacras de la sociedad. La descripción de estos ambientes interesaba en la medida que permitía observar cómo influye un medio hostil sobre la forma de ser de los personajes y cuáles son la reacciones del ser humano en condiciones de vida adversas.

Novelistas del Realismo y el Naturalismo
En esta época, la novela es el género literario preferido. Novelistas importantísimos reflejan los profundos cambios sociales en sus obras. No diferenciaremos autores del Realismo y del Naturalismo ya que todos participaron en ambas corrientes por simple evolución.
  • Juan Valera
Nació en Cabra (Córdoba) en 1824, hijo de una familia noble. Estudió Derecho e ingresó en el cuerpo diplomático, desempeñando diferentes misiones en varios países europeos y americanos. Fue miembro de la Real Academia Española. Comenzó a escribir cuando ya tenía cincuenta años. Murió en Madrid en 1905.
Fue un hombre culto y refinado, de espíritu equilibrado y libre. Su inteligencia y fino sentido estético se manifiestan en su labor como crítico y en su estilo correcto, fluido y elegante; aunque, a veces, adolece de vigor y calor humano.
Su primera obra fue Pepita Jiménez en la que un joven seminarista conoce a una mujer con la que su padre, que es viudo, piensa casarse. El joven va enamorándose poco a poco de ella y, tras largas luchas interiores entre su vocación religiosa y su amor, triunfa el último.
También escribió El Comendador Mendoza, Doña Luz, y una de sus mejores novelas, Juanita la Larga, cuando tenía setenta años.
Juanita la Larga (Juan Valera)
Como de costumbre, jugaba al tute con la madre; como de costumbre, hablaba con Juanita en conversación general, y Juanita hablaba igualmente y le oía muy atenta manifestándose finísima amiga suya y hasta su admiradora; pero, como de costumbre también, las miradas ardientes y los mal reprimidos suspiros de don Paco pasaban sin ser notados y eran machacar en hierro frío, o hacían un efecto muy contrario al que don Paco deseaba poniendo a Juanita seria y de mal humor, turbando su franca alegría y refrenando sus expansiones amistosas.De esta suerte, poco venturosa y triunfante para don Paco, se pasaron algunos días y llegaron los últimos del mes de julio.
Hacía un calor insufrible. Durante el día los pajaritos se asaban en el aire cuando no hallaban sombra en que guarecerse. Durante la noche refrescaba bastante. En el claro y sereno cielo resplandecían la luna y multitud de estrellas, que, en vez de envolverlo en un manto negro, lo teñían de azul con luminosos rasgos de plata y refulgentes bordados de oro.
Ambas Juanas no recibían a don Paco en la sala, sino en el patio, donde se gozaba de mucha frescura y olía a los dompedros, que daban su más rico olor por la noche, a la albahaca y a la hierba Luisa, que había en no pocos arriates y macetas, y a los jazmines y a las rosas de enredadera, que en Andalucía llaman de pitiminí, y que trepaban por las rejas de las ventanas, en los cuartos del primer piso, donde dormían Juanita y su madre.
En aquel sitio, tan encantador como modesto, era recibido don Paco. Todavía allí, a la luz de un bruñido velón de Lucena, de refulgente azófar, se jugaba al tute en una mesilla portátil, pero no con la persistencia que bajo techado. Otras distracciones, casi siempre gastronómicas, suplían la falta de juego. Juana, que era tan industriosa, solía hacer helado en una pequeña cantimplora que tenía; pero con más frecuencia se entretenían comiendo ora piñones, ora almendras y garbanzos tostados, ora flores de maíz, que Juanita tenía la habilidad de hacer saltar muy bien en la sartén, y ora altramuces y, a veces, hasta palmitos cuando los arrieros los traían de la provincia de Málaga, porque en la de Córdoba no se crían.
  • Benito Pérez Galdós
Nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1843. Se fue muy joven a Madrid donde estudió Derecho. En la capital pasó la mayor parte de su vida dedicándose fundamentalmente a escribir. Murió en Madrid en 1920. Galdós fue un hombre sin prejuicios, abierto a toda idea de progreso y, al mismo tiempo, amaba intensamente a su patria. Vivió de forma tan comprometida con su época que escribió sus obras con la intención de encontrar la raíz de los problemas y explicarlo todo a los demás. Galdós fue un extraordinario narrador, aunque también escribió numerosas obras teatrales.
La producción literaria de Galdóa es enorme. Sólo su narrativa consta de más de setenta volúmenes, clasificados por él mismo en: Episodios Nacionales, Novelas de la primera época y Novelas contemporáneas.
  • Episodios Nacionales. En estas obras, Galdós pretende ofrecer una visión, en forma novelada, de la historia de España del siglo XIX. Consta de cinco series de diez tomos cada una, salvo la última que quedó interrumpida. Los episodios históricos mejor logrados fueron: Trafalgar, El dos de Mayo, Gerona, Zaragoza.
  • Novelas de la primera época. Todas ellas tienen características comunes: tratan problemas políticos y religiosos, profundizan en el estudio psicológico de los personajes y sobre la contradicción entre lo tradicional y lo liberal. Doña Perfecta, La Fontana de Oro, Gloria...
  • Novelas contemporáneas. La mayoría de estas novelas tienen como eje central de su temática la ciudad de Madrid, sus gentes, sus calles y sus barrios. Fortunata y Jacinta, La desheredada, Miau, Tristana, Misericordia...
Trafalgar (Benito Pérez Galdós)
Entre los soldados vi algunos que sentían el malestar del mareo, y se agarraban a los obenques para no caer. Verdad es que había gente muy decidida, especialmente en la clase de voluntarios; pero por lo común todos eran de leva, obedecían las órdenes como de mala gana, y estoy seguro de que no tenían el más leve sentimiento de patriotismo. No les hizo dignos del combate más que el combate mismo, como advertí después. A pesar del distinto temple moral de aquellos hombres, creo que en los solemnes momentos que precedieron al primer cañonazo la idea de Dios estaba en todas las cabezas.Por lo que a mí toca, en toda la vida ha experimentado mi alma sensaciones iguales a las de aquel momento. A pesar de mis pocos años, me hallaba en disposición de comprender la gravedad del suceso, y por primera vez, después que existía, altas concepciones, elevadas imágenes y generosos pensamientos ocuparon mi mente. La persuasión de la victoria estaba tan arraigada en mi ánimo, que me inspiraban cierta lástima los ingleses, y los admiraba al verlos buscar con tanto afán una muerte segura.
Por primera vez entonces percibí con completa claridad la idea de la patria, y mi corazón respondió a ella con espontáneos sentimientos, nuevos hasta aquel momento en mi alma. Hasta entonces la patria se me representaba en las personas que gobernaban la nación, tales como el rey y su célebre ministro, a quienes no consideraba con igual respeto. Como yo no sabía más historia que la que aprendía en la Caleta, para mí era de ley que debía uno entusiasmarse al oír que los españoles habían matado muchos moros primero, y gran pacotilla de ingleses y franceses después. Me representaba, pues, a mi país como muy valiente; pero el valor que yo concebía era tan parecido a la barbarie como un huevo a otro huevo. Con tales pensamientos, el patriotismo no era para mí más que el orgullo de pertenecer a aquella casta de matadores de moros.
  • Leopoldo Alas "Clarín"
Nació en Zamora en 1852, de familia asturiana. Estudió Leyes en Oviedo y se doctoró en Madrid. Fue catedrático de las facultades de Derecho de Zaragoza y Oviedo. Fue un hombre culto, de sólida formación universitaria y aguda capacidad crítica que hizo que fuese temido y respetado.
Escribió una novela muy extensa que está considerada como una de las obras fundamentales del Realismo español: La Regenta, en la que Clarín hace un análisis minucioso y detallado del ambiente hipócrita y corrompido de Vetusta, ciudad donde se desarrolla la acción y que puede ser Oviedo. Satiriza a sus personajes que, bajo apariencias honradas, esconden la hipocresía y la maldad.
Clarín también destacó como uno de los mejores escritores de cuentos de su época, en los que analiza el comportamiento de personas malvadas y llenas de hipocresía. Entre ellos destaca ¡Adiós, cordera! En este cuento se nos narran las peripecias de tres amigos felices e inseparables: Rosa, Pinín y Cordera. Dos hermanos gemelos y su vaca Cordera que son felices en las montañas asturianas alejados de los peligros del mundo. Sólo un palo del telégrafo y un tren que pasa de vez en cuando son indicios de ese mundo. Pero un día ese mundo se llevará primero a la Cordera y luego a Pinín. Rosa se quedará sola con su dolor y sus recuerdos.
¡Adiós, Cordera! (Leopoldo Alas "Clarín")
Desde aquel día en que adivinaron el peligro, Pinín y Rosa no sosegaron. A media semana se personó el mayordomo en el corral de Antón. Era otro aldeano de la misma parroquia, de malas pulgas, cruel con los caseros atrasados. Antón, que no admitía reprimendas, se puso lívido ante las amenazas del desahucio.
El amo no esperaba más. Bueno, vendería la vaca a vil precio, por una merienda. Había que pagar o quedarse en la calle.
El sábado inmediato acompañó al Humedal Pinín a su padre. El niño miraba con horror a los contratistas de carne, que eran los tiranos del mercado. La Cordera fue comprada en su justo precio por un rematante de Castilla. Se le hizo una señal en la piel y volvió a su establo de Puao, ya vendida, ajena, tañendo tristemente la esquila. Detrás caminaba Antón de Chinta, taciturno, y Pinín, con ojos como puños. Rosa, al saber la venta, se abrazó al testuz de la Cordera, que inclinaba la cabeza a las caricias como al yugo. (...)
El viernes, al oscurecer, fue la despedida. Vino un encargado del rematante de Castilla por la res. Pagó; bebieron un trago Antón y el comisionado, y se sacó a la quintana la Cordera. Antón había apurado la botella estaba exaltado; el peso del dinero en el bolsillo le animaba también. Quería aturdirse. Hablaba mucho, alababa las excelencias de la vaca. El otro sonreía, porque las alabanzas de Antón eran impertinentes. ¿Que daba la res tanto y tantos xarros de leche? ¿Que era noble en el yugo, fuerte con la carga? ¿Y qué, si dentro de pocos días había de estar reducida a chuletas y otros bocados suculentos? Antón no quería imaginar esto; se la figuraba viva, trabajando, sirviendo a otro labrador, olvidada de él y de sus hijos, pero viva, feliz... Pinín y Rosa, sentados sobre el montón de cucho, recuerdo para ellos sentimental de la Cordera y de los propios afanes, unidos por las manos, miraban al enemigo con ojos de espanto. En el supremo instante se arrojaron sobre su amiga; besos, abrazos: hubo de todo. No podían separarse de ella. Antón, agotada de pronto la excitación del vino, cayó como en un marasmo; cruzó los brazos, y entró en el corral oscuro.
Los hijos siguieron un buen trecho por la calleja, de altos setos, el triste grupo del indiferente comisionado y la Cordera, que iba de mala gana con un desconocido y a tales horas. Por fin hubo que separarse. Antón malhumorado, clamaba desde casa:
-¡Bah, bah, neños, acá vos digo; basta de pamemes! -así gritaba de lejos el padre, con voz de lágrimas.
Caía la noche; por la calleja oscura, que hacían casi negra los altos setos, formando casi bóveda, se perdió el bulto de la Cordera, que parecía negra de lejos. Después no quedaba de ella más que el tintán pausado de la esquila, desvanecido con la distancia, entre los chirridos melancólicos de cigarras infinitas.
¡Adíós, Cordera! -gritaba Rosa deshecha en llanto-. ¡Adiós, Cordera de mío alma!
-¡Adiós, Cordera! -repetía Pinín, no más sereno.
-Adiós -contestó por último, a su modo, la esquila perdiéndose su lamento triste, resignado, entre los demás sonidos de la noche de julio en la aldea...

MODERNISMO




                   i bien el movimiento modernista no es exclusivo de la literatura, en este campo es donde se han notado más sus influencias y posiblemente por eso al hablar de modernismo en seguida pensemos en literatura, sobre todo en poesía. En este artículo presentaré algunos nombres de autores de lectura imprescindible para comprender este movimiento.

En sus comienzos no fue una corriente aceptada, quienes lo abrazaban eran tachados de extranjerizantes y decadentes, pero todo cambio cuando el indiscutible Darío hizo notar aquellos aspectos significativos de esta corriente, como ser un movimiento estético con valores profundos y con la capacidad de renovar la poesía de todos los rincones, con aires actuales.
El modernismo literario, si bien se hallaba fundado en corrientes europeas, se originó como tal en América Latina a finales del siglo XIX (1880 aproximadamente) y estuvo dividido en tres etapas bien marcadas: Inicio (se produce un intento de renovar la lengua), Culminación (grandes innovaciones en la poética y la consolidación del movimiento como algo continental) y Continuación (los nuevos autores se aferran a las reformas impuestas por Darío y realizan sus aportes sin salirse de las bases del movimiento).
Las características fundamentales de este movimiento fueron el ofrecer una forma para evadirse temporal o espacialmente de la realidad cotidiana a través de la evocación de otras épocas y de lugares lejanos o incluso exóticos; además quienes lo adoptaron buscaban la perfección y la belleza a través de imágenes y colores. En la expresión lingüística se notó la fidelidad al tipo de estrofas clásicas con algunas variantes modernas; además se emplearon helenismos, cultismos y galicismos y el culto a la perfección formal, con poesía serena y equilibrada.
Iniciación: Rubén Darío
Si hablamos de modernismo no podemos evadir el nombre de Rubén Darío, no sólo porque posiblemente sea quien acuñó este término, sino porque además fue uno de los precursores de esta corriente, que se impuso con uñas y dientes en todo el mundo.
Todo comenzó cuando Darío dijo en un Artículo sobre la obra del escritor Ricardo Contreras que tenía “un espíritu nuevo” y se afianzó cuando años más tarde utilizó el término “Modernismo” para referirse a esa poesía nueva que venía a renovar los aires de la lírica.
De todas formas antes de que el movimiento existiera como tal hubo ciertos autores que ya estaban experimentando con él, tal es el caso de Manuel Gutiérrez Nájera y José Martí.
José Martí nació en La Habana en 1853 además de poeta fue un político importante y estuvo presente en la Guerra de la Independencia de Cuba, donde perdió la vida. Su obra es importante para comprender el modernismo, pero además para captar el sentimiento de identidad del pueblo Cubano, ya que él con sus ideas y sus imágenes consiguió poner en palabras el bagaje cultural de su pueblo. Se lo considera, junto a Darío, como un precursor del modernismo.
Manuel Gutiérrez Nájera fue mexicano y nació en 1859. No sólo destacó como poeta sino también como periodista, habiendo realizado colaboraciones con importantes medios de la época. Se sabe que publicó muchas de sus creaciones bajo seudónimos, uno de los más populares fue: Duque Job.
Su obra que más podría ligarse al modernismo es “Cuentos frágiles“, además cabe mencionar que fue uno de los fundadores de la Revista Azul, la cual se dedicaba exclusivamente a difundir esta corriente literaria. Pese a que no salió de México, se interesó por la literatura europea, sobre todo proveniente de Francia, siendo muy influenciado por autores como Musset, Baudelaire y Leopardi.
Conclusión:
A partir de que Rubén Darío publicara la obra “Azul”, comenzó una etapa muy favorable para este movimiento que fue consolidándose y empezó a ser respetado. Puede decirse que en este fase del modernismo la presencia de Darío en este estilo fue indispensable y marcó un antes y un después.
Rubén Darío nació en Nicaragua el 18 de enero de 1867 y es sin lugar a dudas el poeta que más ha sabido influir en la poesía del siglo XX y principal representante del Modernismo.
Su obra Azul, una obra que recopilaba poemas y textos ya publicados en la prensa chilena, pese a que no tuvo un gran éxito al momento de salir, es seguramente una de las que mejor representa las ideas del movimiento. Cuando Juan Valera, un crítico importante de “El Imparcial”, un diario madrileño, habló sobre esta obra dijo que Darío era un prosista y un poeta con talento; gracias a esta opinión es que la obra de Darío llegó a Europa y comenzó a hacerse un escritor reconocido de este lado también.
José Asunción Silva nació en Bogotá en 1865 y se educó de forma autodidacta, educación en la que fueron de importancia magna sus viajes a París, Londres y Suiza. Pese a que su obra es más bien escasa, los poemas “Nocturnos” han sabido trascender y ubicarlo como un autor imprescindible del movimiento modernista.
Continuación
En esta etapa se consolida finalmente el movimiento y quienes lo abrazan aprueban a Darío como el fundamental responsable del mismo. Entre los muchos autores que destacaron en esta fase del Modernismo se encuentran Leopoldo Lugones y Amado Nervo.
Lugones nació en Córdoba en 1874. En su obra puede notarse una fuerte influencia del simbolismo francés, por el uso de numerosas imágenes y metáforas. Se lo considera uno de los poetas argentinos más emblemáticos de esta etapa y, aunque en parte de su obra se nota un nacionalismo naciente, su apertura mental y su capacidad de mirar más allá, ha permitido que su obra trascendiera su tiempo. Entre sus obras que más se distinguen como modernas podemos señalar “Crepúsculo del jardín”.
Nervo es un poeta mexicano nacido en 1870. Sus obras denotan una fuerte influencia de los poetas franceses de finales del siglo XIX a quienes pudo acercarse en su estancia en París, durante su juventud. Entre sus obras podemos destacar “El éxodo y las flores del camino” y “Jardines interiores“, sin lugar a dudas, obras que se destacan en esta fase del modernismo.
Existen muchos otros autores que podrían incluirse en este movimiento, aquí tan sólo he nombrado a los que se considera más representativos del modernismo. Cabe mencionar por último que también hay otros escritores, como Juan Ramón Jiménez, que han tenido etapas modernistas pero que por ser tan versátiles y completos no pueden ubicarse exclusivamente en éste.





            LAS VACAS DE QUIVIQUINTA

Francisco Rojas González

del Libro “El Diosero”

Los perros de Quiviquinta tenían hambre; con el lomo corvo y la nariz hincada en los baches de las callejas, el ojo alerta y el diente agresivo, iban los perros de Quiviquinta; iban en manadas, gruñendo a la luna, ladrando al sol, porque los perros de Quiviquinta tenían hambre…
Y también tenían hambre los hombres, las mujeres y los niños de Quiviquinta, porque en las trojes se había agotado el grano, en los zarzos se había consumido el queso y de los garabatos ya no colgaba ni un pingajo de cecina…
Sí, había hambre en Quiviquinta; las milpas amarillearon antes del jiloteo y el agua hizo charcas en la raíz de las matas; el agua de las nubes y el agua llovida de los ojos en lágrimas.
En los jacales de los coras se había acallado el perpetuo palmoteo de las mujeres; no había ya objeto, supuesto que al faltar el maíz, faltaba el nixtamal y al faltar el nixtamal, no había masa y sin ésta, pues tampoco tortillas y al no haber tortillas, era que el perpetuo palmoteo de las mujeres se había acallado en los jacales de los coras.
Ahora, sobre los comales, se cocían negros discos de cebada; negros discos que la gente comía, a sabiendas de que el torzón precursor de la diarrea, de los ―cursos‖, los acechaba.
— Come, m‘hijo, pero no bebas agua —aconsejaban las madres.
— Las gordas de cebada no son comida de cristianos, porque la cebada es ―fría‖ —prevenían los viejos, mientras llevaban con repugnancia a sus labios el ingrato bocado.
— Lo malo es que para el año que‘ntra ni semilla tendremos —dijo Esteban Luna, mozo lozano y bien puesto, quien ahora, sentado frente al fogón, miraba a su mujer, Martina, joven también, un poco rolliza pero sana y frescachona, que sonreía a la caricia filial de una pequeñuela, pendiente de labios y manecitas de una pecho carnudo, abundante y moreno como cantarito de barro.
— Dichosa ella —comentó Esteban— que tiene mucho de donde y qué comer.
Martina rió con ganas y pasó su mano sobre la cabecita monda de la lactante.
— Es cierto, pero me da miedo de que s‘empache. La cebada es mala para la cría…
Esteban vio con ojos tristones a su mujer y a su hija.
— Hace un año —reflexionó—, yo no tenía de nada y de nadie por que apurarme… Ahoy dialtiro semos tres… Y con l‘hambre que si‘ha hecho andancia.
Martina hizo no escuchar las palabras de su hombre; se puso de pie para llevar a su hija a la cuna que colgaba del techo del jacal; ahí la arropó con cuidados y ternuras. Esteban seguía taciturno, veía vagamente cómo se escapaban las chispas del fogón vacío, del hogar inútil.
— Mañana me voy p‘Acaponeta en busca de trabajo…
— No, Esteban —protestó ella—. ¿Qué haríamos sin ti yo y ella?
— Fuerza es comer, Martina… Sí, mañana me largo a Acaponeta o a Tuxpan a trabajar de peón, de mozo, de lo que caiga.
Las palabras de Esteban las había escuchado desde las puertas del jacal Evaristo Rocha, amigo de la casa.
— Ni esa lucha nos queda, hermano —informó el recién llegado—. Acaban de regresar del norte Jesús Trejo y Madaleno Rivera; vienen más muertos d‘hambre que nosotros… Dicen que no hay trabajo por ningún lado; las tierras están anegadas hasta adelante de Escuinapa… ¡Arregúlale nomás!
— Entonces… ¿Qué nos queda? —preguntó alarmado Esteban Luna.
— ¡Pos vé tú a saber…! Pu‘ay dicen quesque viene máiz de Jalisco. Yo casi no lo creo… ¿Cómo van a hambriar a los de po‘allá nomás pa darnos de tragar a nosotros?
— Que venga o que no venga máiz, me tiene sin cuidado orita, porque la vamos pasando con la cebada, los mezquites, los nopales y la guámara… Pero pa cuando lleguen las secas ¿qué vamos a comer, pues?
— Ai‘stá la cuestión… Pero las cosas no se resuelven largándonos del pueblo; aquí debemos quedarnos… Y más tú, Esteban Luna, que tienes de quen cuidar.
— Aquí, Evaristo, los únicos que la están pasando regular son los que tienen animalitos; nosotros ya echamos a l‘olla el gallo… Ahí andan las gallinas sólidas y viudas, escarbando la tierra, manteniéndose de pinacates, lombrices y grillos; el huevito de tierra que dejan pos es pa Martina, ella está criando y hay que sustanciarla a como dé lugar.
— Don Remigio ―el barbón‖ está vendiendo leche a veinte centavos el cuartillo.
— ¡Bandidazo…! ¿Cuándo se había visto? Hoy más que nunca siento haber vendido la vaquilla… Estas horas ya‘staría parida y dando leche… ¿Pa qué diablos la vendimos, Martina?
— ¡Cómo pa qué, cristiano…! ¿A poco ya no ti‘acuerdas? Pos p‘habilitarnos de apero hor‘un‘año. ¿No mercates la coa? ¿No alquilates dos yuntas? ¿Y los pioncitos que pagates cuando l‘ascarda?
— Pos ahoy, verdá de Dios, me doy de cabezazos por menso.
— Ya ni llorar es bueno, Esteban… ¡Vámonos aguantando tantito a ver qué dice Dios! —agregó resignado Evaristo Rocha.
Es jueves, día de plaza en Quiviquinta. Esteban y Martina limpiecitos de cuerpo y ropas van al mercado, obedeciendo más a una costumbre, que llevados por una necesidad, impelidos mejor por el hábito que por las perspectivas que pudiera ofrecerles el ―tianguis‖ miserable, casi solitario, en el que se reflejan la penuria y el desastre regional, algunos ―puestos‖ de verduras marchitas, lacias; una mesa con vísceras oliscadas, cubiertas de moscas; un cazo donde hierven dos o tres kilos de carne flaca de cerdo, ante la expectación de los perros que, sobre sus traseros huesudos y roñosos, se relamen en vana espera del bocado que para sí quisieran los niños harapientos, los niños muertos de hambre que juegan de manos, poniendo en peligro la triste integridad de los tendidos de cacahuates y de naranjas amarillas y mustias.
Esteban y Martina van al mercado por la Calle Real de Quiviquinta; él adelante, lleva bajo el brazo una gallinita ―búlique‖ de cresta encendida; ella carga a la chiquilla. Martina va orgullosa de la gorra de tira bordada y del blanco roponcito que cubre el cuerpo moreno de su hijita.
Tropiezan en su camino con Evaristo Rocha.
— ¿Van de compras? —pregunta el amigo por saludo.
— ¿De compras? No, vale, está muy flaca la caballada; vamos a ver que vemos… Yo llevo la ―búlique‖ por si le hallo marchante… Si eso ocurre, pos le merco a ésta algo de ―plaza‖…
— ¡Que así sea, vale… Dios con ustedes!
Al pasar por la casa de don Remigio ―el barbón‖, Esteban detiene su paso y mira, sin disimular su envidia, cómo un peón ordeña una vaca enclenque y melancólica, que aparta con su rabo la nube de moscas que la envuelve.
— Bien‘haigan los ricos… La familia de don Remigio no pasa ni pasará hambre… Tiene tres vacas. De malas cada una dará sus tres litros… Dos p‘al gasto y lo que sobra, pos pa venderlo… Esta gente sí tendrá modod de sembrar el año que viene; pero uno…
Martina mira impávida a su hombre. Luego los dos siguen su camino.
Martina descorteza con sus dientes chaparros, anchos y blanquísimos, una caña de azúcar. Esteban la mira en silencio, mientras arrulla torpemente entre sus brazos a la niña que llora a todo pulmón.
La gente va y viene por el “tianguis” sin resolverse siquiera a preguntar los precios de la escasa mercancía que los tratantes ofrecen a grito pelado… ¡Está todo tan caro!
Esteban, de pie, aguarda. Tirada, entre la tierra suelta, alea, rigurosamente maniatada, la gallinita “búlique”.
— ¿Cuánto por el mole? —pregunta un atrevido, mientras hurga con mano experta la pechuga del avecita para cerciorarse de la cuantía y de la calidad de sus carnes.
— Cuatro pesos —responde Esteban…
— ¿Cuatro pesos? Pos ni que juera ternera…
— Es pa que ofrezcas, hombre…
— Doy dos por ella.
— No… ¿A poco crés que me la robé?
— Ni pa ti, ni pa mí… Veinte reales.
— No, vale, de máiz se los ha tragado.
Y el posible comprador se va sin dar importancia a su fracasada adquisición.
— Se l‘hubieras dado, Esteban, ya tiene la güevera seca de tan vieja —dijo Martina.
La niña sigue llorando; Martina hace a un lado la caña de azúcar y cobra a la hija de los brazos de su marido. Alza su blusa hasta el cuello y deja al aire los categóricos, los hermosos pechos morenos, trémulos como un par de odres a reventar. La niña se prende a uno de ellos; Martina, casta como una matrona bíblica, deja mamar a la hija, mientras en sus labios retoza una tonadita bullanguera.
El rumor del mercado adquiere un nuevo sonido; es el motor de un automóvil que se acerca. Un automóvil en Quiviquinta es un acontecimiento raro. Aislado el pueblo de la carretera, pocos vehículos mecánicos se atreven por brechas serranas y bravías. La muchachada sigue entre gritos y chacota al auto que, cuando se detiene en las cercanías de la plaza, causa curiosidad entre la gente. De él se apea una pareja: el hombre alto, fuerte, de aspecto próspero y gesto orgulloso; la mujer menuda, debilucha y de ademanes tímidos.
Los recién llegados recorren con la vista al ―tianguis‖, algo buscan. Penetran entre la gente, voltean de un lado a otro, inquieren y siguen preocupados su búsqueda.
Se detienen en seco frente a Esteban y Martina; ésta, al mirar a los forasteros se echa el rebozo sobre sus pechos, presa de súbito rubor; sin embargo, la maniobra es tardía, ya los extraños habían descubierto lo que necesitaban:
— ¿Has visto? —pregunta el hombre a la mujer.
— Sí —responde ella calurosamente—. ¡Ésa, yo quiero ésa, está magnífica…!
— ¡Que si está! —exclama el hombre entusiasmado.
Luego, sin más circunloquios, se dirige a Martina:
— Eh, tú, ¿no quieres irte con nosotros? Te llevamos de nodriza a Tepic para que nos críes a nuestro hijito.
La india se queda embobada, mirando a la pareja sin contestar.
— Veinte pesos mensuales, buena comida, buena cama, buen trato…
— No —responde secamente Esteban.
— No seas tonto, hombre, se están muriendo de hambre y todavía se hacen del rogar —ladra el forastero.
— No —vuelve a cortar Esteban.
— Veinticinco pesos cada mes. ¿Qui‘húbole?
— No.
— Bueno, para no hablar mucho, cincuenta pesos.
— ¿Da setenta y cinco pesos? Y me lleva a “media leche” —propone inesperadamente Martina.
Esteban mira extrañado a su mujer; quiere terciar, pero no lo dejan.
— Setenta y cinco pesos de “leche entera”… ¿Quieres?
Esteban se ha quedado de una pieza y cuando trata de intervenir, Martina le tapa la boca con su mano.
— ¡Quiero! —responde ella. Y luego al marido mientras le entrega a su hija—: Anda, la crías con leche de cabra mediada con arroz… a los niños pobres todo les asienta. Yo y ella estamos obligadas a ayudarte.
Esteban maquinalmente extiende los brazos para recibir a su hija.
Y luego Martina con gesto que quiere ser alegre:
— Si don Remigio ―el barbón‖ tiene sus vacas d‘ionde sacar el avío pal‘año que‘ntra, tú, Esteban, también tienes la tuya… y más rendidora. Sembraremos l‘año que‘ntra toda la parcela, porque yo conseguiré l‘avío.
— Vamos —dice nervioso el forastero tomando del brazo a la muchacha.
Cuando Martina sube al coche, llora un poquitín.
La mujer extraña trata de confortarla.
— Estas indias cora —acota el hombre— tienen fama de ser muy buenas lecheras…
El coche arranca. La gente del “tianguis” no tiene ojos más que para verlo partir.
Esteban llama a gritos a Martina. Su reclamo se pierde entre la algarabía.
Después toma el camino hacia su casa; no vuelve la cara, va despacio, arrastrando los pies… Bajo el brazo, la gallina “búlique” y, apretada contra el pecho, la niña que gime huérfana de sus dos cantaritos de barro moreno.
                 

LITERATURA UNIDAD III





                        ANTE  UN  CADÁVER.
 

         ¡Y bien! Aquí estás ya..., sobre la plancha
donde el gran horizonte de la ciencia
la extensión de sus límites ensancha.

Aquí, donde la rígida experiencia
viene a dictar las leyes superiores
a que está sometida la existencia.

Aquí, donde derrama sus fulgores
ese astro a cuya luz desaparece
la distinción de esclavos y señores.

Aquí, donde la fábula enmudece
y la voz de los hechos se levanta
y la superstición se desvanece.

Aquí, donde la ciencia se adelanta
a leer la solución de ese problema
que solo al anunciarse nos espanta.

Ella, que tiene la razón por lema,
y que en tus labios escuchar ansía
la augusta voz de la verdad suprema.

Aquí está ya... tras de la lucha impía
en que romper al cabo conseguiste
la cárcel que al dolor te retenía.

La luz de tus pupilas ya no existe,
tu máquina vital descansa inerte
y a cumplir con su objeto se resiste.

¡Miseria y nada más!, dirán al verte
los que creen que el imperio de la vida
acaba donde empieza el de la muerte.

Y suponiendo tu misión cumplida
se acercarán a ti, y en su mirada
te mandarán la eterna despedida.

¡Pero no!..., tu misión no está acabada,
que ni es la nada el punto en que nacemos,
ni el punto en que morimos es la nada.

Círculo es la existencia, y mal hacemos
cuando al querer medirla le asignamos
la cuna y el sepulcro por extremos.

La madre es solo el molde en que tomamos
nuestra forma, la forma pasajera
con que la ingrata vida atravesamos.

Pero ni es esa forma la primera
que nuestro ser reviste, ni tampoco
será su última forma cuando muera.

Tú sin aliento ya, dentro de poco
volverás a la tierra y a su seno
que es de la vida universal el foco.

Y allí, a la vida, en apariencia ajeno,
el poder de la lluvia y del verano
fecundará de gérmenes tu cieno.

Y al ascender de la raíz al grano,
irás del vergel a ser testigo
en el laboratorio soberano.

Tal vez para volver cambiado en trigo
al triste hogar, donde la triste esposa,
sin encontrar un pan sueña contigo.

En tanto que las grietas de tu fosa
verán alzarse de su fondo abierto
la larva convertida en mariposa,

que en los ensayos de su vuelo incierto
irá al lecho infeliz de tus amores
a llevarle tus ósculos de muerto.

Y en medio de esos cambios interiores
tu cráneo, lleno de una nueva vida,
en vez de pensamientos dará flores,

en cuyo cáliz brillará escondida
la lágrima tal vez con que tu amada
acompañó el adiós de tu partida.

La tumba es el final de la jornada,
porque en la tumba es donde queda muerta
la llama en nuestro espíritu encerrada.

Pero en esa mansión a cuya puerta
se extingue nuestro aliento, hay otro aliento
que de nuevo a la vida nos despierta.

Allí acaban la fuerza y el talento,
allí acaban los goces y los males
allí acaban la fe y el sentimiento.

Allí acaban los lazos terrenales,
y mezclados el sabio y el idiota
se hunden en la región de los iguales.

Pero allí donde el ánimo se agota
y perece la máquina, allí mismo
el ser que muere es otro ser que brota.

El poderoso y fecundante abismo
del antiguo organismo se apodera
y forma y hace de él otro organismo.

Abandona a la historia justiciera
un nombre sin cuidarse, indiferente,
de que ese nombre se eternice o muera.

Él recoge la masa únicamente,
y cambiando las formas y el objeto
se encarga de que viva eternamente.

La tumba sólo guarda un esqueleto
mas la vida en su bóveda mortuoria
prosigue alimentándose en secreto.

Que al fin de esta existencia transitoria
a la que tanto nuestro afán se adhiere,
la materia, inmortal como la gloria,
cambia de formas; pero nunca muere.


                   

"Nocturno a Rosario"
por Manuel Acuña
(1849-1873)

El poeta se suicidó a los 24 años
por causa de este fatal amor
con una mujer casada.

Pues bien, yo necesito
decirte que te adoro,
decirte que te quiero
con todo el corazón;
que es mucho lo que sufro,
que es mucho lo que lloro,
que ya no puedo tanto,
y al grito que te imploro
te imploro y te hablo en nombre
de mi última ilusión.
De noche cuando pongo
mis sienes en la almohada,
y hacia otro mundo quiero
mi espíritu volver,
camino mucho, mucho
y al fin de la jornada
las formas de mi madre
se pierden en la nada,
y tú de nuevo vuelves
en mi alma a aparecer.
Comprendo que tus besos
jamás han de ser míos;
comprendo que en tus ojos
no me he de ver jamás;
y te amo, y en mis locos
y ardientes desvaríos
bendigo tus desdenes,
adoro tus desvíos,
y en vez de amarte menos
te quiero mucho más.
A veces pienso en darte
mi eterna despedida,
borrarte en mis recuerdos
y huir de esta pasión;
mas si es en vano todo
y mi alma no te olvida,
¡qué quieres tú que yo haga
pedazo de mi vida;
qué quieres tú que yo haga
con este corazón!
Y luego que ya estaba?
concluido el santuario,
la lámpara encendida
tu velo en el altar,
el sol de la mañana
detrás del campanario,
chispeando las antorchas,
humeando el incensario,
y abierta allá a lo lejos
la puerta del hogar...
Yo quiero que tú sepas
que ya hace muchos días
estoy enfermo y pálido
de tanto no dormir;
que ya se han muerto todas
las esperanzas mías;
que están mis noches negras,
tan negras y sombrías
que ya no sé ni dónde
se alzaba el porvenir.
¡Que hermoso hubiera sido
vivir bajo aquel techo.
los dos unidos siempre
y amándonos los dos;
tú siempre enamorada,
yo siempre satisfecho,
los dos, un alma sola,
los dos, un solo pecho,
y en medio de nosotros
mi madre como un Díos!
¡Figúrate qué hermosas
las horas de la vida!
¡Qué dulce y bello el viaje
por una tierra así!
Y yo soñaba en eso,
mi santa prometida,
y al delirar en eso
con alma estremecida,
pensaba yo en ser bueno
por ti, no más por ti.
Bien sabe Díos que ése era
mi más hermoso sueño,
mi afán y mi esperanza,
mi dicha y mi placer;
¡bien sabe Díos que en nada
cifraba yo mi empeño,
sino en amarte mucho
en el hogar risueño
que me envolvió en sus besos
cuando me vio nacer!
Esa era mi esperanza...
mas ya que a sus fulgores
se opone el hondo abismo
que existe entre los dos,
¡adiós por la última vez,
amor de mis amores;
la luz de mis tinieblas,
la esencia de mis flores,
mi mira de poeta,
mi juventud, adiós!

domingo, 10 de mayo de 2015

COSTUMBRISMO



                                                                 Definición:
El costumbrismo literario es una composición que retrata las costumbres populares de un país o una región. Se cultivaba en España a mediados del siglo XIX y tiene su origen en el costumbrismo francés, representado por Honoré de Balzac en su Comedia humana (1842).
El costumbrismo español puede aparecer en prosa, verso o hasta en obras de teatro, pero tuvo su mayor manifestación en el cuadro de costumbres, que también se conoce como el artículo de costumbres.
La acción y el diálogo son escasos en este subgénero que describe escenas, color local, lugares, instituciones, costumbres y tipos de diferentes clases sociales. Puede tener un propósito didáctico, moralizador, humorístico o satírico. También tiene como fin salvar del olvido las costumbres típicas, especialmente las del campo, que comenzaron a perderse con la migración hacia las ciudades durante la Revolución industrial.
Pese a que el costumbrismo coexistía con el Romanticismo, se diferenciaba de este movimiento en su deseo de reflejar la realidad de manera objetiva, casi fotográfica, sin juicios ni interpretaciones --un rasgo que comparte con el periodismo--. El costumbrismo sirvió como punto de partida para el Realismo que surgió a mediados del siglo XIX, y para el Naturalismo del último tercio del mismo. Ramón de Mesonero Romanos, Serafín Estébanez Calderón y Mariano José de Larra son algunos de los exponentes principales del costumbrismo del siglo XIX.

                                           Obras y autores del costumbrismo

Jose Manuel Groot:
 
(Bogotá, 1800- id., 1878) Escritor colombiano. Colaborador de diversas publicaciones y católico ferviente, es autor de cuentos (El apóstol de los negros, 1859), de un poemario y de ensayos (Refutación analítica del libro de Mr. Ernest Renan, titulado Vida de Jesús, 1865; Historia eclesiástica y civil de Nueva Granada, 1869; Defensa de los dogmas católicos, 1853).
Hipervinculo a la obra "La tienda de don Antuco":

Jose Maria Vergara y Vergara:
 
(Bogotá, 1831- id., 1872) Escritor y crítico literario colombiano. Organizó y dirigió la Academia Colombiana de la Lengua, creada a imagen de la Española. Es autor de poesías (Versos en borrador, 1869), cuadros costumbristas al modo de Fernán Caballero (Las tres tazas y otros cuentos, 1863) y novelas (Olivas y aceitunas, todas son unas, 1868), así como de una extensa obra de crítica literaria (Historia de la literatura en Nueva Granada, 1867).

Jorge Isaacs:
(Cali, 1837 - Ibagué, 1895) Escritor colombiano. Realizó sus estudios de primaria en la escuela de Cali y en Popayán y los continuó en la capital de la República entre 1848 y 1852.
Regresó a Cali sin terminar el bachillerato, debido a la difícil situación económica de su familia, lo que le hizo olvidar su sueño de ir a estudiar medicina a Inglaterra. Participó en 1854 en las campañas del Cauca, contra la dictadura del general José María Melo. Dos años después contrajo matrimonio con Felisa González Umaña. En 1860, volvió a tomar las armas y participó en defensa del gobierno conservador de Mariano Ospina Rodríguez, contra el general Tomás Cipriano de Mosquera.
Un año después, fue nombrado subinspector de los trabajos que se realizaban en la construcción del camino de Cali a Buenaventura. Durante este año de labores en el campamento de La Víbora, en el clima adverso de las malsanas selvas del Dagua, aprovechando el descanso y las horas nocturnas, inició la redacción de su obra cumbre María. Allí contrajo paludismo, enfermedad que lo llevaría a una muerte prematura.
Renunció al cargo y regresó a Cali a terminar la redacción de la obra. El 16 de marzo de 1861 murió su padre, suceso que le obligó a dejar a un lado su afición por la anatomía, la botánica y la medicina y a dedicarse a salvar de la ruina las haciendas y negocios de su padre. No logró cancelar las deudas, motivo por el cual le entregó todos los negocios a su hermano Alcides.
De vuelta a Bogotá, se encuentra en 1864 instalado en la capital de la República como comerciante en un almacén donde vendía telas, herramientas y cristalería importada que anunciaba en los avisos de los periódicos. Por iniciativa de su amigo José María Vergara y Vergara, publicó su primer libro de Poesías (1864) e hizo su aparición literaria por mediación del grupo El Mosaico, donde Isaacs empezó a dar a conocer algunos de sus escritos. Representó al Tolima en el Congreso de 1868 y 1869. Fue conservador y en 1869 se convirtió al partido radical. Esta conversión no le fue perdonada por muchos de sus antiguos copartidarios y le causó burlas y rencores hasta el final de su vida. Fue nombrado Secretario de Gobierno del Cauca y simultáneamente Secretario de Hacienda (1870).
En 1871-1872 representó a los Estados Unidos de Colombia como cónsul general en Chile. En 1873 regresó nuevamente a Colombia y se dedicó a organizar la educación en Cali. Se preocupó por la calidad de la enseñanza en todos sus aspectos, tanto en preparación y capacitación de los maestros, como en dotación de los centros educativos. Promovió la educación de la mujer, procuró la creación de escuelas nocturnas, agrícolas y de oficios. Seguidamente, ocupó el cargo de superintendente general de Instrucción Pública Primaria en el Estado del Cauca (1875) y en el de Tolima (1883-1884).
En enero de 1880 se proclamó como Jefe Civil y Militar de Antioquia, pero como no encontró apoyo del gobierno central ni de su partido, tuvo que rendirse. Por tal motivo fue expulsado de la Cámara. Después de su fracaso como político en el intento revolucionario antioqueño, se estableció con su familia en Ibagué y abandonó la política. Rafael Núñez lo nombró secretario de la Comisión Científica en 1881 y comenzó su vida de explorador. Realizó su primer viaje desde Santafé de Bogotá hacia el estado del Magdalena, exploró la región occidental, los desiertos de Aracataca -donde descubrió yacimientos carboníferos-, visitó la Sierra Nevada y la Guajira.
Después de una pausa, reanudó sus exploraciones por la región meridional de Cundinamarca, donde descubrió cavernas con restos humanos muy antiguos. En noviembre de 1886 recorrió la zona de Sevilla, Aracataca, Fundación, Montería, Ronda y Masuga. Aquí también descubrió yacimientos de hulla, petróleo y fosfato de cal. Pasó sus últimos años en Ibagué con su familia, donde murió. 

AUTORES DEL REALISMO

                                        Autores del Realismo Mágico


Gabriel García Márquez
(1928 - Hoy en día)

Nació en Aracataca (Colombia) en 1928. Fue el máximo reresentante del Realismo Mágico, siendo Escritor, Guionista, Narrador. Estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad de Cartagena en 1947. Su amistad con el médico y escritor Manuel Zapata Olivella le permitió acceder al periodismo.
Desde 1953 colabora en el periódico de Barranquilla El nacional: sus columnas revelan una constante preocupación expresiva y una acendrada vocación de estilo. Su carrera de escritor comienza con una novela breve, La hojarasca. Funda la escuela de cine de Santiago de los Baños en Cuba, escribe diversos guiones para cine y televisión.
Algunas de sus obras: La hojarasca, El coronel no tiene quien le escriba, Cuando era feliz e indocumentado, Cien Años de Soledad, Ojos de perro azul.
Mario Vargas Llosa
(1936 - Hoy en día )
Jorge Mario Pedro Vargas Llosa era su nombre completo; Nació en Arequipa, Perú el 28 de marzo de 1936. Su vocación de escritor se iba consolidando a la par que su carrera como periodista iba cediendo paso a sus nuevas obligaciones. Contrajo matrimonio con Julia Urquidi, quien era una tía política por parte materna. La pareja no tuvo hijos.
Llegó a obtener en Madrid el grado de "Doctor en Filosofía y Letras". En 1965, contrajo matrimonio con Patricia Llosa (prima suya) con la que tuvo tres hijos. A lo largo de su carrera, Mario Vargas Llosa ha recibido innumerables premios y distinciones como en el ámbito de las letras hispánicas: el Premio Rómulo Gallegos (1967) y, sobre todo, el Premio Cervantes (1994).
Isabel Allende
(1942 - Hoy en día)
Nació el 2 de agosto de 1942 en Lima, Perú escritora y dramaturga chilena. A partir de 1967 tomó parte en la redacción de la revista Paula, al tiempo que publicó artículos sobre diversos temas. Posteriormente realizó diversas colaboraciones para la revista infantil Mampato y publicó dos cuentos para niños La abuela Panchita y Lauchas y lauchones y una colección de artículos titulada Civilice a su troglodita; además trabajó en dos canales de televisión chilenos.

En 1981, comenzó a escribir La casa de los espíritus (1982), su primera novela y, su obra más conocida, más tarde adaptada al cine y al teatro. Tras la muerte de su hija Paula, Allende publicó el libro de memorias Paula (1994). Actualmente reside en San Rafael (California). Ha sido distinguida en la Academia de Artes y Letras de Estados Unidos.



Jorge Luis Borges
(1899 - 1986)
Escritor argentino y una de las glorias de las letras latinoamericanas así como figura literaria del siglo XX. Es conocido especialmente por sus cuentos, ensayos y su obra poética. El 24 de enero de 1921 apareció el primer número de la revista literaria española Ultra, que era el órgano difusor del movimiento ultraísta. En Buenos Aires publica en la revista Cosmópolis (española), funda la revista mural Prisma, y también publica en Nosotros, dirigida por Alfredo Bianchi. En 1922 visita a Leopoldo Lugones junto a Eduardo Gonález Lanuza; lo hace para entregarle el segundo (y último) número de Prisma. En agosto de 1924 funda Proa junto a Ricardo Güiraldes, autor de Don Segundo Sombra; Alfredo Brandán Caraffa y Pablo Rojas Paz. En 1931 se publica el primer número de Sur.
Borges, además de cuentos escribió poesía, ensayos y una considerable cantidad de crítica literaria y prólogos. Editó numerosas antologías y fue un prominente traductor de inglés, francés y alemán (también tradujo trabajos de inglés antiguo y de noruego). Su ceguera, desarrollada al igual que su padre durante la edad adulta, influyó enormemente en su escritura posterior.
Algunos de los más importantes premios que Borges recibió fueron el Nacional de Literatura, en 1957; el Internacional de Editores, en 1961; el Formentor, en 1969; el Cervantes, en 1979; y el Balzán, en 1980. Murió el 14 de junio de 1986.



Carlos Fuentes Macías
(1928- Hoy en día)
Nació en Panamá en 1828. Recibió la influencia de notables personalidades de la esfera cultural americana, como Pablo Neruda y David Alfaro Siqueiros, entre otros.
Llega a México con 16 años, y entra en la Preparatoria. Se inicia como periodista colaborador de la revista "Hoy" y obtiene el primer lugar del concurso literario del Colegio Francés Morelos. En 1954 publica sus primeros cuentos titulados "Los días enmascarados", reunidos en la Colección Los Presentes. Al lado de Emmanuel Carballo dirige la "Revista Mexicana de Literatura", y "El Espectador" con Víctor González Olea y Enrique González Pedrero.
Durante los años 1960 vive en París, Venecia, Londres y la ciudad de México. En 1962 escribe "Aura", un relato (o cuento) que gira en torno a un enigma y que protagonizó un escándalo en México. En 1984 recibe el Premio Nacional de Ciencias, y en 1987, el Premio Cervantes.

Obras Más Destacadas


Autores representativos de este movimiento literario, y sus principales obras:


Gabriel García Márquez - Cien Años de Soledad
La novela más famosa del autor colombiano, relata la historia de un pueblo aislado, Macondo, y de la familia que lo fundó, los Buendía. El curso de esta novela se enfoque en los puntos decisivos mayores en las vidas de los Buendía: los nacimientos, las muertes, los casamientos y las relaciones amorosas. García Márquez introduce al mundo esta historia deleitosamente cómica pero, inherentemente trágica para demostrar la naturaleza pura de la humanidad. Por mezclar lo cómico y lo trágico, la muerte y la vida, la paz y la guerra, el pasado y el futuro, lo histórico y lo mágico, esta novela es el realismo mágico en su forma más brillante.

Laura Esquivel - Como agua para Chocolate
Ha significado un fenómeno muy interesante dentro de la cultura mexicana contemporánea. La primera novela de Laura Esquivel obtuvo muy buenas críticas y un gran éxito de ventas, algo muy difícil de lograr en un país en el que la gente lee muy poco. Calificada como ejemplo del realismo mágico, la novela logró traspasar los límites de la mera curiosidad y colocarse como el libro de ficción más vendido en México en los últimos veinte años.

Gabriel García Márquez - La hojarasca
El libro comienza con la muerte de un hombre el cual cierto día decidió ahorcarse, un medico odiado por toda la gente del pueblo. La historia es narrada por tres de los personajes, el coronel, la hija del coronel, y el nieto del coronel. En la obra el coronel hará hasta lo imposible para enterrarlo frente a la oposición del pueblo ya que tenia que cumplir una promesa. La historia se plantea en un pueblo llamado Macondo, este es un lugar con pocos años de antigüedad (30 aproximadamente) formado por los desplazados de las guerras civiles.
Isabel Allende - La casa de los espíritus
Esta novela le da importancia a la mujer y cuenta la historia de una familia chilena llamada Trueba. La familia contaba con un integrante que era déspota, este construye todo un imperio y este con el paso de los años se va desvaneciendo y como consecuencia la familia trueba se desintegra lo que hace que estos se vean involucrados en difíciles situaciones familiares.
Mario Vargas Llosa- Conversación En La Catedral
Una obra llena de pesimismo, la historia se desenvuelve en un bar llamado la catedral en el cual dos individuos comienzan a entablar conversaciones pesimistas acerca del régimen militar sus vidas o política.
Arturo Uslar Pietri - Las Lanzas Coloradas
Este libro relata acontecimientos de la guerra de independencia venezolana.
Jorge Luís Borges
Este autor no sólo escribe libros sino también poesías, ensayos, y cuentos. Unas de sus principales obras fueron: Cuaderno San Martín, Para las seis cuerdas, La moneda de hierro, El jardín de senderos que se bifurcan, La muerte y la brújula, El tamaño de mi esperanza, y Libro de sueños.