SINCRETISMO 
 RELIGIOSO
Se ha considerado que la religión popular de los mayas 
después de la Conquista consiste en un sincretismo del catolicismo europeo con 
las religiones nativas. Dentro de este marco de análisis se ha tratado de 
identificar lo maya en las prácticas religiosas de pueblos indígenas. 
Históricamente las autoridades eclesiásticas persiguieron los elementos nativos 
como prácticas idólatras y los antropólogos los han visto como exaltación 
étnica. 
Sin embargo, es también bien conocido que los mayas mismos no 
siempre hacen distinción entre lo maya y lo europeo en sus prácticas religiosas 
(Thompson 1954, Redfield and Villa Rojas 1934). Para ellos las dos son partes 
del catolicismo local. Es cuestión de los analistas dilucidar si ese catolicismo 
sincrético contiene elementos nativos o no. En este sentido, la distinción entre 
lo maya y lo europeo en la religión popular de los mayas no es de los nativos ni 
del pensamiento émico de los nativos. Su modo de análisis es autoreferente, en 
el sentido de que un analista tiene que saber de antemano qué son lo maya y lo 
católico-europeo para identificarlos. Con esto resulta que en el peor y el mejor 
de los casos, los analistas pueden utilizar los conceptos de "maya" y 
"católico-europeo" a su servicio. 
Los precursores en el estudio del 
sincretismo no han considerado contradictorio el calificar las prácticas 
religiosas de los mayas como de "sistema unificado" (Thompson 1954; Sosa 1985) o 
de "fusión sin juntura" (Watanabe 1990:131). Pero al mismo tiempo estaban 
conscientes de que ellos mismos eran los que definían las características 
culturales de cada segmento, tal como lo manifestó M.S. Edmonson: 
"The clear demonstration of syncretic diffusion is thus dependent 
upon our ability to demonstrate the systemic integration of cultural elements, 
first in two distinct systems and then in a single fused 
system."(1960:19)
Al moverse el énfasis del estudio al proceso 
de fusión de dos religiones en un sistema, se va desvaneciendo la imagen del 
investigador. Los investigadores ya no ocupan la función principal de "inventar" 
lo nativo, sino que se la entregan a los nativos. Han empezado a investigar cómo 
los nativos fusionan dos religiones. Consideran que los nativos son los sujetos 
históricos que deben expresar sus ideas sobre el sincretismo. Por lo menos ahora 
se piensa que los investigadores deben aclarar el mecanismo por el cual los 
nativos fusionan dos religiones. 
Este traslado del énfasis corresponde al 
cambio de perspectivas académicas de los historiadores, quienes describían antes 
a los nativos como objetos de evangelización y colonización, y ahora han 
empezado a tratarlos como sujetos de la historia. No obstante los investigadores 
no dejan, ni lo podrán hacer, de hablar a los nativos mismos sobre el 
sincretismo. Así que en esta transformación del discurso sobre sincretismo, se 
oculta una aporía epistemológica. Este nuevo discurso sobre sincretismo sólo se 
basa en la convicción ingenua y simple de que los investigadores pueden narrar 
la historia o el mecanismo de sincretismo en lugar de los nativos. En este caso 
el punto de vista de los investigadores es considerado igual al de los nativos. 
La coincidencia del punto de vista de los investigadores con el de los 
nativos no necesariamente resulta en una contradicción epistemológica y/o 
teórica , sino ser legitimada como una acción ideológica y política. Los 
investigadores del sincretismo religioso no siempre utilizan el estudio con 
algún objetivo político. Sin embargo, su investigación toma caracteres políticos 
al situarse en el público con el nuevo discurso de sincretismo, aun cuando su 
intención no sea ésa. Sobre todo tenemos que prestar mucho la atención al nuevo 
discurso sobre sincretismo que ha adoptado el esencialismo cultural como 
estrategia teórica para dar fundamento legítimo al discurso "nativo". Los 
investigadores se encargan de hacer público el esencialismo cultural al dejar 
hablar a los nativos o hablar ellos mismos en su lugar. Porque así toman parte 
activa del esencialismo estratégico de pueblos indígenas, que tiene 
fundamentalmente intenciones políticas para su reivindicación socio-cultural. 
Esta posición académica es la que denomino la aporía espistemológica de 
sincretismo. Porque en nuevo discurso de sincretismo, intentando explicar los 
elementos nativos, no dice el porqué, sino les hace explicar a los nativos cómo 
son. 
No obstante, esta aporía epistemológica no siempre se toma como tal. 
Más bien, los investigadores, y sobre todo los investigadores latinoamericanos, 
adoptan una posición nacionalista en su discurso académico. El nuevo sincretismo 
ha adoptado el esencialismo cultural de los nativos en su estrategia para 
sobrevivir como ciencia. Parece que en América Latina en general se espera que 
los investigadores sean esencialistas y son aceptados como ideólogos científicos 
que tienen funciones sociales de dar legitimidad a las culturas o a la 
existencia de grupos étnicos. Por ejemplo, la frase siguiente muestra cómo debe 
ser desarrollado el estudio sobre sincretismo y qué posición deben tomar los 
académicos latinoamericanos: 
"Aun con ciertas dificultades integran la cosmología milpera al 
cristianismo sincrético, configurando una nueva religión maya en la cual los 
sincretismos sólo existen en la reflexión etnológica (externa al grupo), ya que 
a nivel existencial representa una totalidad coherente." (Miguel A. Bartolomé y 
Alicia M. Barabas 1981: 76-77).
A primera vista, esta frase da 
la impresión de que los investigadores sólo tienen el poder omnipotente o la 
autoridad científica para describir a un pueblo. Suena muy arrogante. No 
obstante la intención de los autores de esta frase es manifestar el 
involucramiento político al describir un pueblo. En este tipo de manifiesto 
académico, podemos entrever la razón por la cual el sincretismo no se presenta 
como la aporía. Porque se ha formalizado un canal social por el cual el discurso 
sobre sincretismo se transforma automáticamente en el discurso político de 
etnias. Ahí no hay espacios para que intervenga una objeción. 
Esta adopción 
de funciones políticas por los investigadores coincide con el desvanecimiento de 
sus imágenes en el discurso de sincretismo. Adoptando el esencialismo de los 
nativos, los investigadores ya no necesitan postular su metodología al manejar 
los elementos culturales, así como dibujó el esquema M.S. Thompson, sino 
disimular su ideología de activista en asuntos étnicos. En la mayoría de los 
casos, los investigadores prefieren permanecer anónimos borrando su presencia 
como narradores en el discurso. 
Cualquiera que sea el objetivo del 
esencialismo cultural, la convicción ingenua de representación de los nativos 
por los investigadores no puede separarse de la problemática planteada en cuanto 
al orientalismo europeo que ha descrito a los otros conforme a su modo 
ideológico. Sin embargo, el encubrimiento de la mirada de los investigadores por 
el punto de vista de los nativos a través del esencialismo, no será criticado 
por este orientalismo epistemológico. Porque el nuevo discurso de sincretismo ya 
es una interpretación altamente política, cuyo objetivo es dar fundamento 
científico a las culturas o grupos étnicos. Esto automáticamente apoyaría la 
reivindicación de los nativos legitimando su cultura como tal. Por tal razón, en 
América Latina la aporía de sincretismo no se manifiesta como tal. 
En esta 
ponencia se revisa el discurso de sincretismo en el caso de los mayas Yucatecos 
y al mismo tiempo se discutirá la pertinencia de describir lo maya dentro de las 
prácticas religiosas en el contexto socio-cultural de Yucatán, o sea evaluar 
cuán factible utilizar el nuevo discurso de sincretismo en el caso de los mayas 
Yucatecos.
Árbol o crucifijo?: El sincretismo religioso en San Juan Chamula 
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| La Iglesia de San Juan Chamula | 
Un 
neologismo creado por el antropólogo cubano Fernado Ortiz con el propósito de 
crear una terminología mejor para destacar la evolución de los fenómenos 
culturales en América Latina, la transculturación abarca un gran espectro de 
transformaciones culturales complejas. Mientras el vocablo más usado por la 
comunidad de ciencia social norteamericano, la aculturación, limita este proceso 
a la transición de una cultura a otra, la transculturación admite un síntesis 
entre dos o más culturas. La convivencia de distintas poblaciones causa una 
fusión de ideas. Parte de la transculturación es el sincretismo, lo cual 
Fernando Ortiz define como un “proceso cultural por el que se funden doctrinas e 
ideas para crear nuevas expresiones” (Ortiz, 255). Este concepto se puede 
observar en México. El estado de Chiapas, situado en el suroeste de México, 
cuenta con la población mayor de gente indígena del país. Los tzotzil, 
descendientes de los 
|  | 
| Bernal Díaz de Castillo | 
maya, 
|  | 
| El Estado de Chiapas en el Mapa de 
México | 
constituyen 
36 por ciento de la población de Chiapas y se centralizan en el municipio 
autónomo de San Juan Chamula. Conquistado en 1524 y sujeto a la encomienda de 
Bernal Díaz de Castillo hasta 1528, este pueblo había sido un centro importante 
de la cultura tzotzil. Uno de las últimas poblaciones de la región de ser 
vencidas por los españoles invasores, Chamula es reconocida como un pueblo 
rebelde contra las fuerzas de cambio. Sin embargo, debido a la larga 
coexistencia y el mestizaje de la gente indígena con sus prácticas mayas y los 
españoles con su religión católica, se ha formado una nueva cultura sincrética a 
través de la transculturación, lo cual se presenta claramente en esta zona de 
contacto. En este estudio se analizará como la cultura del municipio autónomo de 
San Juan Chamula afirma el sincretismo religioso en México. 
|  | 
| Hombres chamulas en vestimento 
tradicional | 
Un 
testimonio físico al 
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| Mujeres chamulas en vestimento 
tradicional | 
sincretismo 
religioso, la Iglesia de San Juan Chamula se ubica en una gran plaza en el medio 
del municipio. Mientras es construida a la forma de una iglesia católica, la 
decoración es evocativa de la espiritualidad maya. En la fachada, se ven tres 
cruces que no sólo representan la crucifixión de Jesucristo quien se adora y se 
asocia son el sol pero es superado por la veneración de San Juan (Busatta, 7). 
San Juan Bautista es el santo patrón de Chamula debido a 
|  | 
| El arbol de la vida | 
una leyenda 
en la cual tal santo apareció en la región y secó ciénagas para proporcionar un 
pueblo a los tzotzil (Henríquez, 1). Por un lado, las tres cruces simbolizan los 
santos católicos San Sebastián, San Pedro, y San Juan (Gobierno del Estado de 
Chiapas). Cada uno de estos santos es honrado con una cruz y una representación 
dentro de la iglesia en donde se les hace ofrendas. Por otro lado, la cruz 
también tiene un significado dentro de la cultura maya precolombina en que 
simboliza la ceiba, reconocida como el árbol de la vida (Arghiris, 1). Además, 
es menester anotar que el número tres tiene significado en ambas culturas. En el 
catolicismo se destaca la Trinidad Sagrada, mientras los chamulas mantienen la 
creencia de la cosmología maya de los tres planos de la existencia: la región 
celeste, la terrenal, y la subterránea (Busatta, 7). De esta manera, la 
coincidencia del culto de la cruz y la asociación 
|  | 
| La Cruz con Elementos Mayas y 
Católicos | 
espiritual 
del número tres facilitó la convergencia de estas dos culturas y religiones muy 
distintas. Reconociendo elementos similares a la religión maya, los indígenas 
eran más dispuestos a adoptar las prácticas católicas que se imponían por los 
conquistadores y encomenderos. Con los símbolos mayas bien asociados o 
disfrazados con los del catolicismo, los españoles podían creer que habían 
logrado convertir a la población indígena. De esta manera, estos símbolos de 
significado dual son ejemplos tangibles de las nuevas expresiones espirituales 
que se han creado por el sincretismo entre la religión maya y el catolicismo. La 
transculturación es aún más desa
|  | 
| Las Tres Cruces en la Iglesia de San Juan 
Chamula | 
rrollada 
en las prácticas religiosas que toman lugar dentro de la iglesia. 
|  | 
| Una foto prohíbida del interior de la Iglesia de San Juan 
Chamula | 
|  | 
| Una de las pocas fotos del interior de la Iglesia de San 
Juan 
Chamula | 
Al 
entrar a la Iglesia de San Juan Chamula, uno no encuentra bancos, un altar 
central, ni un cura, sino un piso cubierto en agujas de pino y velas. Juntos a 
las paredes hay ramas de ciprés y muñecas representando varios santos que tienen 
espejos colgados del cuello para desviar el mal (Arghiri). A estos santos se 
hace ofrendas en forma de pox, una bebida alcohólica producido de la 
fermentación de maíz, y Coca Cola que la gente toma para provocar los eructos 
con el 
|  | 
| El pox o posh se toma en las ceremonias y se ofrece a los 
santos | 
propósito 
de expeler el
|  | 
| La Coca Cola se toma en las ceremonias para producir 
eructos lo cual expele el mal | 
mal y que 
imita una bebida más tradicional que ahora es difícil de conseguir (Pilkington). 
En el centro de la iglesia la gente se sienta a rezar en tzotzil a los santos. 
Mientras los santos son de la religión católica, se veneran como manifestaciones 
de los dioses mayas antiguos. Los tzotzil reconocieron las 
|  | 
| El calendario maya | 
calidades 
de cada uno de los santos católicos y se los identificaron con una deidad maya 
(Pilkington). Así los tzotzil no perdieron sus dioses, sino éstos consiguieron 
una imagen, y los españoles se satisfacían con la devoción que los indígenas 
tenían para sus santos. También en la iglesia se encuentran curanderos 
disponibles 
|  | 
| Una de los santos reverenciados en la Iglesia es la 
Virgen de Guadelupe | 
para 
realizar curas con medicina tradicional, lo cual a veces incluye el sacrificio 
de una gallina (Busatta, 8). Cada veinte días, un mes según el calendario maya, 
viene un cura a hacer bautismos, lo cual viene de la religión católica pero se 
acepta entre los maya por su tradición del animismo (Henríquez). De esta manera, 
la iglesia se considera un lugar de curas espirituales por ambas religiones. 
Además, el sacrificio ritual reverenciado y practicado por los maya se vio 
reflejado en la figura de un hijo de Dios que se sacrificó por el mejor de los 
seres humanos, Jesucristo. Este ofrecimiento tan altruista fue bien aceptado 
entre los maya que creían que el mundo fue creado cuando dos dioses se 
sacrificaron, según el Popol Vuh, el libro de los maya (Fuentes, 135). 
A través de la adoración compartida entre las dos religiones por figuras 
divinas, se posibilitó el sincretismo. Jesucristo y los santos se reverencian 
por su filantropía y sacrificio, lo cual se acuerda naturalmente con la religión 
católica y que también conviene con las creencias mayas aunque tales figuras no 
eran propias. Por esta misma razón, el municipio autónomo de San Juan Chamula 
representa el sincretismo y la transculturación en México.  
                                             
 
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