LINEALIDAD EN LA LITERATURA
Cuando hablamos de narrativa digital, en general se entiende que ésta será fragmentada y no lineal. El propio hecho de que la literatura digital se fundamente en gran medida en los hiperenlaces y en el hipertexto conduce a que así sea.
Es cierto que existe literatura digital lineal de alta calidad
(como por ejemplo la obra de Juan José Díez Don
Juan en la frontera del espíritu) en la que los enlaces son más
utilizados como notas a pie de página que como red de navegación a través de la
trama, pero en general, cuando se analiza la literatura digital, la no
linealidad, la fragmentación, el dejar al lector que encuentre (a veces, con
mucha dificultad) su camino a través de la historia es la tónica
dominante.
Sin duda, hay que señalar que esto ocurre porque, quizá, la literatura digital no acaba de encontrar su camino de futuro y sigue basándose en los conceptos de enlace y de disgregación que fueron inventados y desarrollados ya hace varias décadas. Es posible (de hecho yo estoy convencido de ello) que alguien encontrará algún día un camino distinto que aúpe a la literatura digital al mismo nivel de calidad, expresión artística y aceptación popular que la literatura convencional, ahora digitalizada.
Pero, hoy y aquí, parece bastante claro que la literatura digital transcurre por los campos del enlace, el hipertexto y la no linealidad.
¿Es posible hacer literatura sin linealidad?
Sin duda, hay que señalar que esto ocurre porque, quizá, la literatura digital no acaba de encontrar su camino de futuro y sigue basándose en los conceptos de enlace y de disgregación que fueron inventados y desarrollados ya hace varias décadas. Es posible (de hecho yo estoy convencido de ello) que alguien encontrará algún día un camino distinto que aúpe a la literatura digital al mismo nivel de calidad, expresión artística y aceptación popular que la literatura convencional, ahora digitalizada.
Pero, hoy y aquí, parece bastante claro que la literatura digital transcurre por los campos del enlace, el hipertexto y la no linealidad.
¿Es posible hacer literatura sin linealidad?
Que es posible, es evidente porque existen obras tanto digitales como no
digitales que se basan en la disgregación, en la red de potenciales caminos
distintos de lectura y en la no continuidad. Ahora bien, excepto en muy pocos
casos, estos trabajos no parecen ser exitosos, no llegan al gran público, no son
aceptados gustosamente por los lectores (y aquí debemos cuidarnos muy mucho de
decir que el público no está formado. El ir contra corriente no es bueno porque
sí), no emocionan, no parece que pasen a la historia de la gran literatura.
Desde este punto de vista puede trazarse una similitud con la música
contemporánea que a fuerza de disonancias, inarmónicos, modulaciones
estridentes, atonalidad y falta de melodía cantábile ha acabado por
quedar reducida a un gueto minoritario mientras la realidad de la vida corre por
otros derroteros.
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