martes, 19 de agosto de 2014

LITERATURA I


                        LA VIDA  DE  LA  MUJER,  EN  LA  ANTIGUA  CHINA




Hoy estrenamos una nueva serie de entradas con el objetivo de conocer la realidad de algunas mujeres alejadas de nuestra tradición cultural.

La mujer china es la protagonista de nuestra primera cita. Aquí mostramos como el papel social de las chinas ha cambiado desde la antigüedad hasta la actualidad, pasando por la revolución comunista.

El proverbio chino “da importancia al hombre y résta a la mujer” es utilizado como pretexto para iniciar el artículo que te proponemos y que concluye, tras un interesante viaje por la historia y el lenguaje: “desde los pies vendados hasta el derecho al voto las mujeres chinas han luchado largamente por la igualdad de derechos.”…

ESTATUS SOCIAL, PAPEL
Y LENGUAJE DE LAS MUJERES CHINAS

LIEN-TAN PAN

Introducción

Muchos de mis amigos extranjeros me preguntan a menudo cosas como “¿tienen un Movimiento de Liberación Femenina en China?” “¿Cómo es la legislación de la ‘liberación Femenina’ allá?” “¿Las mujeres hacen manifestaciones en favor de sus derechos?”, “¿Tienen equivalentes para señorita, señora o un término neutro en chino?” Aunque muchos han oído hablar de este país, la mayor parte no comprende realmente lo que es China; para ellos es un sitio muy remoto. Como china, creo que tengo la obligación de darles una respuesta precisa. Además, sobre sus inquietudes creo que el proverbio chino “Da importancia al hombre y réstala a la mujer” ilustra el concepto del lugar que ocupan en el orden social los hombres y las mujeres.Esto me lleva a explicar cuál era el estatus social y el papel de las mujeres chinas en la antigüedad, y a contrastarlo con el que desempeñan hoy día en la China moderna. También me interesa hablarles sobre cómo los cambios políticos y sociales han influido en el lenguaje. En esta ponencia hablaré de varios términos que se usan en China continental y en Taiwan, así como del tipo de lenguaje que utilizan las mujeres, que es diferente del que usan los hombres. Los estudios que he realizado no han sido sólo para satisfacer mi propia curiosidad, sino en espera de que sirvan de apoyo para aquellos interesados en temas de sociolingüística china.

La mujer china en la antigüedad

No es difícil ver y apreciar el papel que desempeñaban las mujeres chinas en épocas antiguas ni cuál era su lugar en la sociedad de entonces, ya que contamos con suficientes obras literarias y expresiones idiomáticas. Me gustaría mencionar dos libros y algunas expresiones a manera de ejemplo: El libro de los mil caracteres para la educación femenina y El libro para mejorar a la mujer, que propugnaban por “enseñar a la mujer”, o “cómo debe comportarse una mujer” y la idea de “sumisión filial y castidad”.En ambos libros a la mujer se le enseñaba a ser “afectuosa y refinada”, “esposa virtuosa y buena madre” y se le explicaba que la mujer debe poseer las tres obediencias y las cuatro virtudes. Las tres obediencias son: 1) obediencia al padre y a los hermanos mayores cuando se es joven; 2) obediencia al esposo cuando se casa, y 3) obediencia a los hijos varones
al enviudar. Las cuatro virtudes son: 1) la virtud femenina, 2) el habla, 3) la apariencia, y 4) las labores del hogar. Los conceptos de “sumisión filial” y “castidad” indican que “es buena suerte para una mujer servir a los mayores de la familia de su esposo” y que “una mujer debe permanecer casta incluso después de la muerte de su esposo”. Una de las enseñanzas de estos libros indica que “es poca cosa morir de hambre, pero es asunto de gran seriedad el perder la castidad”. Además las “tres obediencias y cuatro virtudes” conllevan la idea de que las mujeres deben acatar el dominio de los hombres. Hay un dicho que dice: “Los hombres deben ocuparse de los asuntos fuera de casa y las mujeres deben ocuparse de los asuntos dentro del hogar”. Eso significa que las tareas del hogar como reunir leña, vigilar la estufa, preparar té, remendar la ropa, lavarla y ocuparse de los complejos trabajos de costura y bordado eran el único deber de las mujeres en toda su vida. A una mujer se le podía reprochar el que “mostrara su rostro en público y dañara la reputación de la familia”. Esto evitaba que las mujeres participaran en actividades sociales, ya que las mantenía encerradas en el estrecho mundo del hogar.
Algunos otros dichos son: “El esposo canta, la mujer lo sigue”, que significa “a donde el esposo vaya la esposa lo sigue”, y “Si te casas con un pollo, sigue al pollo; si te casas
con un perro, sigue al perro”; o sea que la mujer debe seguir a quienquiera que se haya casado con ella. La idea aquí es que el esposo era el amo de la esposa y todo lo decidía el destino, de modo que el destino del marido determinaba el destino de su mujer. La esposa no tenía manera de cambiar ese destino.
En la sociedad de la China antigua las niñas se consideraban menos valiosas que los niños. La chica más hermosa y dotada no era tan deseable como un muchacho deforme. En tiempos
antiguos, a las niñas se les daba un tipo de educación muy diferente del que se le daba a los varones. En raras ocasiones se les enseñaba a leer. Las escuelas eran sólo para niños. Sin embargo, aunque no era elegible para cargos públicos —por lo que tampoco se le admitía para presentar un examen para el servicio civil ni en las escuelas que preparaban a sus alumnos para esos exámenes— la mujer recibía educación. La gran mayoría no sabía leer, pero en las familias de más posibilidades económicas, un considerable número de mujeres se iniciaba,
con tutores privados, en los misterios de la caligrafía. En los hogares bien organizados, las hijas recibían una educación esmerada de sus madres en cuanto a la administración de una
casa, en las cortesías y en las ceremonias que ayudaban a hacer que la sociedad china marchara adecuadamente, así como en los deberes hacia sus futuros esposos y sus suegros. Se pensaba que la esfera de la mujer era el hogar, y el entrenamiento para triunfar en ese medio era a menudo llevado a cabo a conciencia.
En cuanto al matrimonio en la China antigua, por lo general los novios no tenían ni voz ni voto en los arreglos y ni siquiera se conocían hasta el día de la boda. En la mayor parte
de los casos el asunto se negociaba a través de (méirén) (méipó) casamenteros. Por lo general los padres trataban de buscar para su hijo una esposa de una familia dentro de su
misma clase económica o social, o en una superior. Para bien o para mal, la esposa estaba atada a la familia del esposo y debía aceptar cualquier destino que el cielo le deparara.
Un esposo podía divorciarse de su esposa por ciertas causas específicas: por no haberle dado un hijo varón, por descuidar a sus suegros, por ser grosera al hablar, por ser celosa, por
tener ella una enfermedad incurable y por adulterio; una esposa no podía divorciarse de su marido, pero una vez que él se divorciaba de ella, se le consideraba caída en una gran desgracia. El esposo divorciado podía volver a casarse, pero la esposa divorciada
muy rara vez podía hacerlo. Tanto los viudos como las viudas podían volver a casarse, pero se consideraba una virtud en una viuda el no hacerlo. Un hombre podía tener sólo una
esposa legal; sin embargo, podía tomar tantas concubinas como quisiera y pudiera mantener. Pero eso es algo que una mujer jamás habría podido hacer.
En mi opinión sólo había dos palabras en el diccionario de las mujeres chinas de aquellas épocas: “obediencia” y “sacrificio”.No se les permitía rebelarse para ser libres ni lograr igualdad política, ni el nivel económico que obtenían los hombres.

Antes de pasar a la sección que habla de las mujeres en la nueva era me gustaría discutir la costumbre de “vendar los pies” en la antigua China. La mayor parte de las mujeres sufrían a causa de esta práctica; comenzó a hacerse en las Cinco Dinastías (907-960 a. C.), y se convirtió en una práctica casi universal, y en un asunto de convención social: una mujer de pies grandes se consideraba defectuosa y era imposible conseguirle esposo. El proceso de vendar los pies era doloroso, ya que los pies se comprimían lo más que fuera posible; llegaban a infectarse y a gangrenarse, con lo que incluso la vida de la niña se ponía en peligro.
Una vez que terminaba el proceso de vendaje y la consecuente deformación de los pies, disminuía mucho el dolor, pero caminar se volvía muy difícil, en especial para aquellas con
pies muy pequeños, y el efecto general sobre la salud era tremendo.
El emperador , de la dinastía Ch’ing, trató de detener esta práctica, pero no lo logró. No fue sino hasta 1909 que el último emperador de la dinastía Ch’ing , proclamó legalmente la abolición de esta costumbre.


Por: Kan Zhong Guo staff
La Posición de la Mujer en la Historia de China
Recién nacida, una bebé
En la antigua China, una niña recién nacida traía mucho menos alegría a la familia que un niño. La mayoría de la gente quería mucho más a sus hijos que a sus hijas, porque en esa cultura, a las hijas se les consideraba miembros temporales de la familia es decir hacia sus padres biológicos. Después del matrimonio, las chicas se convertían en miembros de la familia de su marido, por lo que los padres por lo general pensaban que no valía la pena invertir mucho en sus hijas. Las costumbres a principios del periodo de la guerra (480-221 d.C.) a las niñas al tercer día después de nacidas se las dejaba bajo la cama. Los padres podían elegir  recogerla. Si no, se quedaría allí hasta morir, a menos que alguien más la  salvara, tal vez para servir como  esclava más tarde.
Educación
Un proverbio chino antiguo sostuvo: “Sin educación la mujer tiene su mejor personalidad”. La mayoría de las mujeres no podían ir a la escuela e incluso no sabían ni escribir sus nombres. Algunas mujeres, especialmente las hijas de los académicos, tenían acceso a la educación. Por lo general, recibían su educación en la casa de sus padres o con el profesor de la familia.
El matrimonio y el divorcio
La mayoría de las chicas se casaban durante sus años de adolescencia. Los padres de ambos arreglaban el matrimonio a través de un corredor de matrimonio y la niña no tenía ni voz ni voto para elegir a su futuro marido. Ellos creían que si el cumpleaños de la muchacha coincidía con el cumpleaños del joven, esta pareja podría tener un buen matrimonio. La mayoría de las parejas nunca se conocían sino hasta el día de la boda. Una vez que se sabía que los cumpleaños eran iguales, los padres escogían una “fecha afortunada” como el día de la boda. ¿qué pasaba si el marido no se presentaba el día de la boda? Bueno, eso era normal en la antigua China. Si el marido no se presentaba en la fiesta de la boda, ellos utilizaban a una persona como apoyo para completar la ceremonia de la boda. Así, la joven se convertía en miembro de la familia del marido.
Era más fácil para los hombres  conseguir un divorcio -  encontraban cualquier excusa como; que la mujer no se llevaba bien con sus padres o la esposa no era una buena cocinera, alegaban adulterio, que era celosa, que no podía tener hijos, que padecía alguna enfermedad incurable, que hablaba mucho o que salía demasiado descuidando su hogar. Si el marido demostraba el adulterio de su esposa, la familia tenía derecho a matar a la mujer y al adúltero. Por lo general, la mujer y el adúltero eran atados dentro de una jaula para cerdos, con barricadas y con esta atada a una pesada roca. A continuación, esta se lanzaba al río para que ambos murieran.
Trabajo
La mayoría de las mujeres trabajaba muy duro,  estaban involucradas en la crianza de los niños y las tareas domésticas, así como en el trabajo del  campo, llevando pesados ??cubos de agua y así sucesivamente. Las mujeres también tejían toda la ropa de la familia y  también hacían zapatos. Todas las mujeres preparaban y servían los alimentos, salvo en las familias lo suficientemente ricas quienes podían permitirse utilizar esclavos o servidores con paga.
Algunas mujeres recibían suficiente educación para convertirse en médicos (sólo para el tratamiento de pacientes de sexo femenino), pero nunca podían ser profesoras o políticos, porque a las mujeres en la antigua China no se les permitió actuar y hablar libremente con los hombres.
Los llamados "Pies de loto", deformados tras un doloroso proceso de vendaje que se iniciaba en la infancia y acababa en la pubertad, eran un símbolo de belleza, erotismo, sumisión y castidad en China.

Los pies de loto no debían sobrepasar los 9 cm de longitud. Debían ser delgados, pequeños, agudos, curvos, fragantes, suaves y simétricos.

El modo de caminar de las mujeres chinas con los pies vendados era considerado tremendamente erótico. Pero también existe la teoría de que los pies femeninos no se vendaban con fines estéticos, sino con el fin de garantizar que las esposas permanecieran aisladas en sus casa y que se comunicaran sólo con su familia. El Confucianismo, con su énfasis en mantener el orden y la castidad dentro de la familia, contribuyó a popularizar esta costumbre.

Imagen: http://wandawolf.blogspot.com/2009/12/los-pies-vendados.html
En cualquier caso, la costumbre se generalizó primero entre las damas de alto rango social, para luego extenderse a otros ámbitos de la sociedad, pasando de un capricho a una terrible imposición. Los pies pequeños eran considerados como la máxima expresión de sensualidad: el encanto por excelencia en una mujer. Cualquier joven con los pies pequeños tenían las mejores perspectivas de un matrimonio ventajoso y las prostitutas con los pies vendados solían atraer a los clientes más ricos. A las mujeres de las clases trabajadoras no se les vendaban sus pies porque tenían que salir a trabajar. Tampoco los vendaban las mujeres de la etnia Hakka (Ver: http://caxigalinas.blogspot.com/2011/10/hakka-tuloufujian-tulouviviendas-de.html) ni las mujeres de la zona de Manchuria

                               Imagen: http://spanish.china.org.cn/photos/txt/2008-10/08/content_16581772_7.htm
                         
Imagen: Flick user Northampton Museum
ORIGEN DE LA COSTUMBRE DE "PIES DE LOTO"
Según una leyenda china del siglo X, el emperador Li Yu ordenó a su concubina favorita vendarse los pies con cintas de seda y bailar sobre una plataforma que tenía esculpida una flor de loto. Lo cierto es que las bailarinas de palacio empezaron a vendar sus pies en el siglo X con el objetivo de destacar la gracia de sus movimientos. De la corte se extendió a las clases altas y en el siglo XVI se popularizó por todo el territorio chino.
    Imagen: http://en.wikipedia.org/wiki/File:Chinese_Ladies_Footbinding_Shoes_QM_r_.jpg

Era la madre quien iniciaba el ritual de los pies vendados cuando la hija contaba solamente cinco o seis años, siempre y cuando pudieran permitirse tener una hija sin trabajar fuera de casa. Generalmente, elegían a la mayor.

El vendaje de pies implicaba 4 etapas y su duración era de aproximadamente 3 años:

La primera etapa. Después de consultar a los astros madre e hija se encerraban en la habitación para cortarle la uñas a la niña y vendarle los pies. Los vendajes, después de que fueran apretados, se cosían y se le colocaba a la niña un par de zapatos puntiagudos que se iban cambiando cada dos semanas por otros más pequeños.  En esta primera etapa, las niñas podían caminar pero sólo trechos muy cortos.
Imagen: http://www.canopiaitinerarios.com/itinerario/sabias-que/CNP1038
La segunda etapa que se extendía durante más de medio año. El objetivo en esta etapa era conseguir un pie más fino y estrecho. Durante este tiempo los pies supuraban y soportaban un fuerte dolor. Cada tres días, se retiraban las vendas, se desinfectaban los pies y se volvían a vendar cada vez más fuerte para ir formando la curva deseada.

La tercera etapa que consistía en doblar el talón sobre la planta. Durante esta etapa, los músculos se contraían y la carne se pudría. Los dedos que, en etapas previas se habían doblado sobre la planta, están ahora prácticamente muertos. Especialmente los dedos del pie que se doblaban debajo de la planta. En muchas ocasiones, el dedo meñique podía desprenderse del pie.
Imagen: http://www.chino-china.com/foro/read.html?q=29%2C27764
La última etapa.  En ella se pretendía aumentar el arco del pié con un bambú tensado. Este proceso llevaba cerca de seis meses.

                       Imagen: http://spanish.china.org.cn/photos/txt/2008-10/08/content_16581772_17.htm
En el siglo XIX, la emperatriz Cixi (1) después de la Revolución de los Bóxer intentó prohibir esta costumbre, pero fue realmente para contentar a las potencias extranjeras y fue revocada poco después.

(1) La emperatriz viuda Cixí o Zishí (29 de noviembre de 1835 - 15 de noviembre de 1908) ejerció el poder efectivo desde el año 1861 hasta su muerte en 1908, habiendo desempeñado entre otros el cargo de regente. Ver: 

Imagen:  Peter Newark Historical Picutes
Imagen: http://24.media.tumblr.com/tumblr_lwdmsfw9x51r8vrhxo1_1280.jpg
En 1912, después de la caída de la dinastía Qing, el ejecutivo de la República de China prohibió el vendaje de los pies femeninos. A pesar de la prohibición, se siguió realizando en la clandestinidad especialmente en las zonas montañosas. La prohibición fue más efectiva a partir de 1949 cuando Mao Zedong proclamó la República Popular de China.
Imagen: http://www.americaspodiatrist.com/2009
           Pie normal y pies vendados. Imagen: http://en.wikipedia.org/wiki/Foot_binding

"EL ABANICO DE SEDA" de Lisa See
Este estupendo libro, que cuenta la historia de dos amigas -una pobre y otra rica- explica con todo lujo de detalle el proceso de vendaje en la China medieval. Merece la pena leerlo si no lo habéis hecho.



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